Amago de multas en Huerta del Rey

Óscar Fraile
-

Las quejas de los vecinos de la calle Mariano García Abril por malos aparcamientos obligan a la Policía a recuperar un tipo de notificación que avisa de la infracción, pero no sanciona

Pocos conductores se escapan a lo largo de su vida de vivir alguna vez esa desagradable sensación de encontrarse una multa enganchada al limpiaparabrisas de su coche. El temido ‘papelito’ rosa que es capaz de hacer tambalear la economía mensual y que puede inyectar una dosis de mala leche que le dure varios días al afectado.


Pues bien, para alegría de muchos, hay veces que todo queda en un susto. Eso es lo que están comprobando desde el jueves los conductores que dejan su coche mal aparcado en la calle Mariano García Abril, situada en el barrio Huerta del Rey. Desde hace muchos años los coches suelen aparcar en uno de los dos carriles de esa vía y dejan el otro libre para la circulación de los vehículos en ambos sentidos, con las molestias que eso genera, ya que algunos se ven obligados a recular al encontrarse coches de frente.


Pues bien, los vecinos de la calle, cansados de esta situación, han trasladado varias quejas a la Policía Municipal y han exigido que se ponga fin a la permisividad con la que actuaban hasta ahora. Así, la Policía se encuentra ante la difícil situación de corregir una conducta sancionable, pero que se ha venido permitiendo hasta ahora. ¿Y cómo lo han hecho? Pues han recurrido a un tipo de notificaciones muy poco frecuentes conocidas en el ámbito interno como ‘denuncias cero’.


Se trata de una aviso mediante el cual se le notifica al conductor que ha cometido una infracción, pero se evita la sanción y se apela a su colaboración para evitar que la situación se repita. «Son muy poco frecuentes, se utilizan una o dos veces al año para solucionar un problema concreto», explican fuentes policiales.


En la ‘denuncia cero’ se recoge el texto que explica la infracción cometida, pero en la parte central se puntualiza que no hay multa: «Ha cometido usted la infracción que se le señala. En esta ocasión no se le impone la sanción correspondiente. Con nuestra advertencia y su colaboración lograremos mejorar el orden de circulación en nuestra ciudad».

 

Es una fórmula que se suele utilizar, por ejemplo, cuando se quiere corregir una mala práctica mantenida en el tiempo o cuando hay algún cambio de señalización. Pero, evidentemente, el aviso es la antesala de la multa. «Se suele informar durante una semana y a partir de octavo día se empieza a denunciar», agregan las mismas fuentes. Es decir, que los coches que sigan aparcando mal en esta calle a finales de la semana tendrán que enfrentarse a la multa o tendrán que ir a recoger su vehículo al depósito de la grúa. Un fastidio, en cualquier caso.


Esta forma de proceder tan extraordinaria en el tráfico es más habitual con el contacto directo agente-ciudadano. Los avisos sin sanción fueron una constante tras la aprobación de la conocida como ordenanza antivandalismo y con los dueños de los perros que no recogían sus excrementos.


«Cuando los vecinos se quejan nos vemos obligados a solucionar el problema, porque tienen razón y hay que entender que bloquear un carril genera molestias al tráfico, incluso puede suponer un problema mayor si tiene que entrar un camión de Bomberos en caso de emergencia», señalan las mismas fuentes.


Los avisos ya se han repartido a diestro y siniestro durante los últimos días y a partir de pasado mañana podrán empezar a llegar las sanciones. Y el que avisa...