El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, rechaza la recentralización de la educación y defiende la gestión autonómica realizada en Castilla y León, como demuestran los resultados obtenidos en evaluaciones nacionales e internacionales como el informe Pisa. No obstante, exigió al Gobierno socialista presidido por Pedro Sánchez que ejerza sus competencias «ante el abuso de algunos» y que adopte medidas de cohesión nacional.

El portavoz socialista, Luis Tudanca, aprovechó la propuesta realizada por el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, sobre la recentralización de competencias educativas para preguntar a Herrera, en la sesión de control del pleno de las Cortes, si el Gobierno de la Junta «es partidario de devolver al Estado las competencias en materia de Educación». El presidente de la Junta, sin embargo, no entró al trapo para no ahondar las diferencias internas entre los populares.

Precisamente, Tudanca incidió en las contradiciones mostradas en la Junta entre la posición del presidente y la del consejero de Educación, Fernando Rey, proclive a la recentralización y cercana a la propuesta del actual líder del PP. Herrera rechazó que Rey defienda algo diferente a su postura y aplaudió su gestión al frente de la educación en la Comunidad.

Aunque el portavoz socialista quiso ahondar la brecha interna poniéndose al lado del presidente de la Junta en su defensa de las competencias autonómicas, Herrera no cayó en la trampa. «Saben que no soy partidario de la recentralización, pero estoy en contra del maniqueismo entre buenos y malos», respondió el presidente, que insistió en su defensa del consejero de Educación y en afear a Tudanca que se convierta en «adalid» del modelo educativo. «Su compromiso con la educación es de boquilla mientras no sea exigente con el Gobierno central para que ejerza sus competencias», recriminó.

Juan Vicente Herrera manifestó también que el PSOE de Castilla y León «no ha sido más beligerante» con la Junta en asuntos educativos por los grandes resultados obtenidos en evaluaciones externas o en abandono escolar. E incluso recordó al portavoz socialista que las comunidades en las que gobiernan no son ejemplos en los que mirarse, mencionando el «revolcón» que les ha dado el electorado en Andalucía.

El presidente puso en valor que la gestión educativa por la Comunidad ha permitido atender necesidades propias como el mantenimiento de 1.400 centros, en su mayoría rurales, o escuelas abiertas con cuatro alumnos, tener resultados de calidad desde la equidad y sin adoctrinar y con cohesión, «algo que no se podría mantener con la recentralización de competencias».