Atascados en la peatonalización

Luis Amo
-

La calle Mantería fue una de las primeras calles peatonalizadas en la capital vallisoletana en la época del alcalde Tomás Rodríguez Bolaños. - Foto: J. Tajes

La peatonalización de nuevas calles en la capital vallisoletana está atascada. Si bien el equipo de Gobierno pone voluntad sobre el papel desde hace muchos años para incrementar las islas peatonales de la capital, la realidad es que esas propuestas no terminan por ejecutarse, aunque no es menos cierto que de manera parcial sí ha apostado por ganar espacio para el peatón con la ampliación de las aceras y la reducción de las calzadas.Son muchos los documentos aprobados por el Ayuntamiento de Valladolid donde se citan posibles peatonalizaciones, la creación de senderos verdes, la creación de calles de coexistencia o el diseño de un anillo en torno al casco histórico para restringir la circulación rodada, pero lo cierto es que se han llevado a cabo un número reducido de esas propuestas. Ahora el debate vuelve a surgir con el anuncio del Ayuntamiento de Madrid de cerrar su centro al tráfico a partir del próximo 1 de enero. En concreto, será una medida de restricción que sólo permitirá el paso de residentes, transporte público, carga y descarga o accesos a hoteles, según reveló ayer su alcaldesa, Ana Botella. Únicamente se autorizará la circulación por las grandes avenidas a todos los conductores y su acceso a los aparcamientos de rotación. A partir de ahí, andando o en transporte público hacia el centro.

Los planes

Esta cuestión se plantea ahora en Valladolid tras varios años sin peatonalizar ninguna calle y tras varios proyectos que quedaron en el papel: desde algunas propuestas del Plan Integral de Movilidad Urbana Ciudad de Valladolid (Pimuva) hasta la Agenda Local 21, pasando por varios programas electorales. Documentos que incluso corresponden con los primeros años del alcalde, Javier León de la Riva, al frente del Consistorio, como es el caso de la redacción de la primera Agenda Local 21, la correspondiente con el periodo de 2001 a 2003, donde plasmaron un «compromiso» por el futuro desarrollo sostenible, pero que en muchos casos no se ha llevado a cabo por decisiones políticas o por imposibilidades técnicas.

La complejidad de la trama urbana de una ciudad como Valladolid suele ser el principal pretexto, si bien en las posteriores redacciones de los siguientes planes de acción de la Agenda Local 21 se continúan citando cuestiones que siguen estando pendientes como la creación de senderos verdes, islas peatonales, restricción del tráfico rodado, conexión de itinerarios de bicicletas... Pese a plasmarlo en el papel, León de la Riva ha manifestado en varias ocasiones la «imposibilidad» de peatonalizar más allá de lo existente o de restringir completamente la circulación del centro. Sin embargo, al anuncio de Madrid deja vía libre al respecto.

Sostenibilidad

El Ayuntamiento de Valladolid ha mostrado especial sensibilidad en los últimos tiempos con la sostenibilidad y movilidad habiéndose convertido, por ejemplo, en referencia de la integración del coche eléctrico. Pues bien, pese a unas declaraciones del regidor en que rechazaba en enero de este mismo año la peatonalización de más calles del centro, reconociendo que era «tremendamente difícil», y después de despachar en menos de una hora en el mes de junio un Pleno Extraordinario cuyo único tema del orden del día era la movilidad, el equipo de Gobierno sí es consciente de que el futuro de las ciudades, como es el caso de Valladolid, pasa por la restricción del centro al tráfico. El concejal de Movilidad, Manuel Sánchez, quien se muestra receptivo a esta posibilidad a medio plazo, explicó ayer que «fundamentalmente es un tema de concienciación, que requiere de un estudio muy amplio, y que habría que llevar a cabo de modo progresivo».

En este sentido, Sánchez recuerda que limitar el centro de la ciudad al tráfico requeriría de muchos meses para redactar un informe y de una inversión de varios millones de euros para establecer los sistemas necesarios que, por ejemplo, reconociesen las matrículas de todos los vehículos que accediesen a la zona acotada, si son residentes en la zona, etc. Asimismo, el edil explica que «Valladolid cada vez restringe más el tráfico hacia el centro porque la circulación ha descendido al mejorar las vías transversales, al rediseñar las grandes avenidas y también con medidas como la reducción de las plazas de aparcamiento por las calles, lo que obliga al conductor a no dar mil vueltas buscando aparcamiento y acceder a la primera en alguno de los de rotación».

Sánchez recuerda, además, que los coches cada vez son menos contaminantes o que los autobuses circulan mayoritariamente con gas, aún indicando que desde su área trabajan«constantemente» por favorecer la sostenibilidad y por el medio ambiente. «Madrid sí tiene un problema de contaminación que no es extrapolable», asevera.

Los grupos municipales de la oposición, por su lado, se muestran totalmente de acuerdos a la propuesta madrileña y urgen a restringir el tráfico al centro incluso planteando acciones que, a su juicio, «no son tan costosas como plantea el equipo de Gobierno». El portavoz del Grupo Municipal PSOE, Javier Izquierdo, recordaba ayer que su partido, desde hace varios programas electorales, abogan por aumentar la peatonalización, realizando una corona al centro donde solo se permitiese la circulación de residentes, transporte público, bicicletas o carga y descarga. Coincidiendo con el concejal de Movilidad, Izquierdo precisa que «marcar el cierre al tráfico debe llevarse de manera progresiva, que al principio costará a los conductores pero luego nos haremos todos», aludiendo en esta línea a lo que ocurrió con las primeras peatonalizaciones en la época del alcalde Tomás Rodríguez Bolaños, las calles de Cadenas de San Gregorio o Santiago. Y, actualizando el mapa de movilidad, para Javier Izquierdo la primera vía donde habría que restringir el tráfico sería desde la plaza del Poniente y la Rinconada hacia Fuente Dorada, aún con la salvedad del acceso al parking de la Plaza Mayor.

El mismo ejemplo sitúa en el mapa del centro vallisoletano el portavoz del Grupo Municipal de IU, Manuel Saravia, quien cree que «el cierre del centro de Madrid es totalmente extrapolable a Valladolid». Desde su grupo apuestan «por cerrar al tráfico las calles o áreas congestionadas e ir favoreciendo de este modo la sostenibilidad». Es más, su apuesta viene de lejos y trata de minimizar el paso de vehículos primando así la presencia del peatón, del ciclista o del transporte público.

Los vecinos

Los vecinos son la principal parte implicada en una posible restricción al tráfico y todas las partes coinciden, como no podía ser de otra manera, que los residentes podrán acceder sin problema pero que los demás vallisoletanos deberán llegar al centro en transporte público. «Esta ha sido siempre nuestra pretensión», comenta la presidenta de la Federación de Vecinos Antonio Machado, María José Larena, quien insiste «en potenciar el transporte público y dar prioridad a la peatonalización», al tiempo que piden a las autoridades municipales a que cuente con ellos a la hora de tomar alguna decisión al respecto. Larena insiste, además, en que también deberían proliferar las denominadas ‘zona 30’. Los vecinos del centro, por su parte, apuntan que esta situación es una realidad desde hace tiempo en ciudades de nuestro alrededor como Burgos, León o Ávila, donde el tráfico está totalmente restringido al centro «y se vive con normalidad y se compra con normalidad».

Los comerciantes

Los comerciantes son los más críticos con la posibilidad de cerrar el centro al tráfico hasta el punto de que consideran que «el comercio moriría». Debemos apostar por un gran centro comercial en el centro, no por favorecer que los clientes vayan a los centros comerciales de Valladolid porque aquí no pueden entrar con coche», apostilló Alejandro Pellitero, presidente de la Agrupación Vallisoletana del Comercio (Avadeco), hasta el punto de que instó a los políticos «a no crear más problemas al sector del comercio que ya bastante tiene con la crisis».

Transporte público

El sector del taxi, por su parte, se quiere poner en la piel de todos. El presidente de la agrupación, Roberto Merino, considera que una restricción total sería una medida «muy drástica», apostando por hacer una propuesta de limitar el paso por horas o por días.