Parece que esta vez las alcantarillas asumieron mejor en poco tiempo la tormenta caída a media tarde aunque la mayoría de las treinta salidas que registraron los bomberos fueron por achiques de agua. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) registró ayer una intensidad de 10,4 litros por metro cuadrado en un periodo de diez minutos, en concreto entre las 17.55 y las 18.05 horas, que es cuando descargó la tromba de agua con mayor intensidad. Una intensidad moderada dado que supone 62,4 milímetros por hora, tal y como explicó el jefe de predicciones y vigilancia de la Aemet en Castilla y León, Juan Pablo Álvarez, y a lo que precisó que suele repetirse, de media, cada cinco años entre junio y septiembre.
Fueron diez minutos con mucha lluvia e incluso granizo acompañado, además, por fuertes rachas de viento. Un tiempo en que las imágenes hablan por sí solas con sumideros que les costaba tragar, ríos de agua por muchas vías, canalones también desbordados y calles completamente desiertas ante la intensidad de esos diez minutos que continuó otros tantos más aunque en esta ocasión con bastante menos intensidad.
Valladolid fue una ciudad casi desierta en torno a las seis de la tarde precedida por numerosos rayos y truenos de una tormenta de verano, «habitual en estas fechas», como explica Juan Pablo Álvarez, al advertir que los datos recogidos son en la sede de la delegación territorial de la Aemet que está en Parquesol, pero que lo cierto es que una tormenta de estas características siempre deja más o menos precipitaciones según la nube. Un gran nubarrón negro que se veía en el horizonte vallisoletano desde pasadas las 17.00 horas procedente de la provincia donde también se registraron destacados episodios de lluvia y granizo intenso.
La radiografía del casco histórico de Valladolid en esos diez minutos entre las 17.55 y las 18.05 horas de ayer fue una auténtica cortina de agua caída del cielo y también desde los tejados de los edificios porque los canalones no podían con tanta cantidad de precipitación en tan poco tiempo. Los túneles como el de Casasola o el de la Circular también tuvieron ciertas complicaciones para el tráfico aunque los verdaderos problemas se dieron en la margen derecha del río Pisuerga, es decir, en la segunda fase de Huerta del Rey pero en especial el barrio de Girón con calles como auténticos ríos de agua y de la vegetación caída de los árboles por la fuerza de la tormenta y del viento registrado. Así, los bomberos confirmaron a última hora que realizaron 30 salidas por achiques, ramas y cornisas.
Por otra parte, las tormentas también hicieron acto de presencia en varias partes de la provincia vallisoletana. Sin ir más lejos, también se registró una fuerte granizada en Arroyo de la Encomienda y en Medina de Rioseco, donde se registró una fuerte granizada sobre las 18.00 que duró solo unos minutos, pero que inundó algunos garajes y locales.