Un Carnaval exquisito

Óscar Fraile
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La Cúpula del Milenio acogió ayer el concurso de disfraces de adultos, que ganó 'La Muerte' en categoría individual, el 'Rey Arturo y Juana de Arco' en parejas y la 'Fantasía del chupa chups' en la de grupo

Pocoyó bosteza agarrado de la mano de su madre. Unos metros a su derecha, Súper Mario levanta el cuello para ver con detalle al caballero Arturo y Juana de Arco, que se pasean por el escenario de la Cúpula del Milenio como de si su propio castillo se tratase. En la parte posterior, alejados del gentío, pero sin perder ripio de lo que pasa, un monje benedictino sonríe al ver a Los Increíbles desfilar y posar como auténticos superhéroes para los fotógrafos de la prensa.


Y todo sucedió ayer en los 1.700 metros cuadrados de la Cúpula del Milenio, que se engalanó para dar el pistoletazo de salida al Carnaval. Como todos los años, los vallisoletanos hicieron un alarde de creatividad para intentar hacerse con uno de los cuatro premios que se repartían.


En la categoría individual, el que se llevó el gato al agua fue La Muerte, un imponente y tétrico disfraz con máscara de una persona que calzaba unos zapatos con unas plataformas imposibles. Fue la concejala de Comercio y Turismo, Ana Redondo, la que entregó a Óscar Martín su premio: un bono-regalo de viaje por valor de 500 euros.Por otro lado, el Rey Arturo y Juana de Arco se llevaron el premio al mejor disfraz de pareja, que entregó la concejala de Educación, Infancia e Igualdad, Vicky Soto, y que consistía en otros bono-regalo de viaje, esta vez por valor de mil euros. Por último, La fantasía del chupa chups se llevó el premio al mejor disfraz de grupo, un derroche de originalidad y buen gusto que dará la posibilidad a estas seis personas de disfrutar de un viaje cultural organizado por valor de hasta 1.600 euros.


Pero lo de menos ayer fueron los premios. Era la noche de lucir unos disfraces que en muchas ocasiones llevaban un importante trabajo detrás. Horas y horas de esfuerzo para disfrutar en unos días. El espectáculo resultó bastante dinámico, y mucha culpa de ellos tuvo la drag queen Lady Veneno, que fue la encargada de amenizar el desfile y hacer partícipe a los que subían a la pasarela y al público con constante bromas.


«Disfrazarse en Tenerife, con 40 grados de calor, está muy bien, lo jodido es hacerlo aquí», dijo en referencia a la gélida tarde que vivió ayer Valladolid. Pero el frío pudo con las ganas de divertirse de la gente. Ni siquiera con las de esa domadora que aguantaba en brazos a un pequeño león a punto de dormirse. Tampoco aflojó Mike, de Monster S.A., que acudió a la fiesta sin Sulley, pero con ganas de darlo todo, como demostró cuando salió al escenario corriendo y rugiendo. Más peleón resultó un Robin Hood que dijo sobre el escenario que había llegado allí para recuperar todo el dinero de la trama Gürtel para repartirlo entre los pobres.


Eso sí, no todo es espectáculo estaba dentro de la Cúpula. Justo a la entrada estaba aparcado el coche de segunda mano de la Policía de New York que un vallisoletano ha comprado y está paseando durante estos días por Valladolid. Se llama Sergio Baz, que junto a Alberto Gregorio estaba custodiando la puerta de la Cúpula disfrazado de SWAT, la policía de élite norteamericana. Eso, por si a algún incauto se le pasaba por la cabeza intentar robar a la Policía.


No hubo robo porque el buen rollo lo inundó todo. Hoy, a partir de las 17.30 horas, también en la Cúpula, el concurso infantil.