Diez joyas del Museo de Escultura viajarán en 2016 a Berlín para una exposición sobre el Siglo de Oro

M.R.I.
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Se prestan seis tallas de Gregorio Fernández, un lienzo de Zurbarán y dos piezas de José de Mora y Juan de Mesa. Por primera vez un paso completo de Semana Santa saldrá de España

Una selección de tallas de Gregorio Fernández, incluido el paso procesional  ‘Camino del Calvario’, protagonizarán una gran exposición sobre el Siglo de Oro español que se inaugurará el próximo verano en Berlín.


El Museo Nacional de Escultura de Valladolid realizará el préstamo más importante de su historia para este gran proyecto cultural y cederá seis imágenes salidas del  taller del imaginero de referencia de la Semana Santa vallisoletana, además de un lienzo de Zurbarán, un busto de José de Mora y una escultura de Juan de Mesa.  «El préstamo significa continuar una línea que empezó con una gran exposición en la National Gallery, en 2009, en la que estaban presentes la escultura barroca y piezas del museo», recuerda María Bolaños, directora del museo.


Aunque en esta ocasión, la gran novedad, además de las dimensiones del préstamo, es que por primera vez un paso procesional completo saldrá de Valladolid. Los responsables de la exposición berlinesa contactaron con el museo vallisoletano hace meses con gran interés en poder exhibir un conjunto completo y mostrar a los alemanes «la importancia que tuvo la escultura procesional, especialmente en Valladolid por la calidad de las tallas, el carácter dramático, escenográfico y teatral, que encaja muy bien con el espíritu del siglo de Oro, pero con un planteamiento visual», relata el subdirector del Museo de Escultura, Manuel Arias.


«El paso procesional será un hito fundamental de nuestra exposición, cuyo préstamo nos honra y complace especialmente. Gracias a él podremos mostrar de forma excepcional la estrecha relación que pintura y escultura tuvieron en el siglo XVII español», señala Michael Eissenhauer, director general de los museos nacionales de Berlín y coordinar de la muestra.


Una idea que reitera María Bolaños que estima que la presencia del paso «va a ser un elemento absolutamente espectacular» dentro de la exposición de Berlín. «Destacará por su singularidad, por su escala y porque es un mundo conocido de oídas, además de porque demuestra la riqueza del barroco español en el campo de la escultura, que hasta ahora estaba olvidado».


Este préstamo se considera como un reconocimiento a nivel internacional de su valor artístico, más allá del uso ritual que tiene el paso en Semana Santa, y por tanto «una manera de concienciar a todo el mundo de la obligación que tenemos de proteger ese patrimonio». Bolaños defiende que es algo más que una «singularidad» que atraerá a mucha gente de Alemania al saber que en España se sacan las obras del siglo XVI y XVII a la calle. «Es importante para que la gente sea consciente de que si queremos seguir presumiendo de ese patrimonio, ahora y en el futuro, estamos muy obligados a protegerlo porque no es nuestro, es de todos».


Los comisarios de la exposición berlinesa se dejaron asesorar por el equipo directivo del Museo de Escultura, que le aconsejó el paso ‘Camino del Calvario’, compuesto por cuatro tallas de Gregorio Fernández y una de Pedro de la Cuadra. «Tiene algunas piezas que son muy especiales, como la Verónica, los sayones que acompañan el cortejo, el Cirineo,… son grupos con mucha fuerza», subraya el subdirector del centro. En la elección también ha pesado el criterio de que «da muy bien la imagen de lo que fue la escultura procesional en el siglo de Oro en España».

Algo que agradece especialmente el director general de los museos nacionales de Berlín que destaca «la especialmente buena relación establecida con el Museo Nacional de Escultura», lo que ha permitido establecer una colaboración «muy fructífera» para ambas instituciones. «Ejemplo de ello son las piezas de primera categoría de los museos nacionales de Berlín, que paralelamente a nuestra exposición se mostrarán en Valladolid».

Otras piezas.

La muestra sobre el Siglo de Oro que acogerá la Gemäldegalerie de Berlín entre junio y octubre del próximo año, y que posteriormente viajará a la Kunsthalle de Múnich, también contará con otras piezas emblemáticas de Gregorio Fernández. Así, ‘El yacente’, que ya viajó hace años a la National Gallery, será otra de las tallas estrella de la exposición. Esta escultura es propiedad del Museo del Prado, que también realizará un importante préstamo para la exposición, y está depositada desde 1933 en el museo vallisoletano.


En la muestra berlinesa también tendrá un lugar privilegiado, por petición expresa de los comisarios alemanes, la talla ‘Santa Teresa’ de Gregorio Fernández, que se considera hito de la iconografía teresiana. Esta pieza, que ya viajó hace meses a la exposición de Medina del Campo por el V centenario de la santa, está ahora en otra muestra con temática similar en la Biblioteca Nacional.


Otra obra de «primera fila» que viajará el próximo verano a la capital alemana es el lienzo ‘La Santa Faz’ de Zurbarán. Este cuadro, que se conserva en el museo desde 1970, procede de la parroquia de Torrecilla de la Orden. «Es un trampantojo, una especie de ilusión óptica, en la que el pintor recrea la tela de la Verónica, donde se imprimió el rostro de Cristo. Es un prodigio en la utilización de los blancos y de la luz», matiza el subdirector del Museo de Escultura.


En la exposición también estará presente ‘La Virgen de la Soledad’ del escultor andaluz José de Mora, un busto que los expertos catalogan de «muy importante en la iconografía de la Virgen pasional en España». Esta obra se ha elegido para que los alemanes puedan comprobar «las diferentes sensibilidades que tenemos en el museo, de las diferentes escuelas y de los diferentes maestros».


La última pieza que se incluirá en el lote que viajará el próximo año a la capital europea de la cultura es ‘San Nicolás de Tolentino’, de Juan de Mesa. Se trata de una escultura andaluza que se compró hace unos cuantos años fuera de España y se considera «muy importante porque representa ese sentimiento muy propio del mundo barroco de la penitencia, de la oración, de un barroco muy hispano».


La cesión de estas piezas durante varios meses se suplirá con piezas que el museo guarda en sus almacenes, aunque todavía no se ha realizado la selección. «Todavía no se sabe qué paso sustituirá este en el museo. Antes hay que organizar su traslado es una operación complicadísima y luego se pensará en la sustitución», explica María Bolaños, que no puede ocultar su satisfacción por «el buen momento» que la escultura está viviendo y que propicia que «estén apareciendo en el horizonte proyectos todavía sin concretar pero que van en la misma dirección: dar a conocer internacionalmente la escultura española».