a noticia de la nominación de Francisco Javier León de la Riva como candidato del Partido Popular de Valladolid provocó ayer una cascada de reacciones públicas. Por un lado, el actual actual alcalde que intentará revalidar su séptima victoria electoral, recibió el apoyo de los representantes provinciales, autonómicos y nacionales de su partido, pero también escuchó los primeros reproches como candidato por parte de los partidos de la oposición.
Entre los apoyos, el más firme y cerrado fue el del presidente del PP de Valladolid, Ramiro Ruiz Medrano, que reiteró su «confianza» en León de la Riva. Medrano calificó su designación como una noticia «muy positiva» porque es «el mejor candidato que puede tener Valladolid, ya que en los 20 años que lleva al frente del Consistorio ha logrado una magnífica transformación de la ciudad». Por su parte, José Antonio de Santiago-Juárez, apeló a su «yo dividido» -consejero y presidente del Comité que ratifica a los candidatos- para rehusar realizar una valoración sobre la elección de León de la Riva, aunque siempre le ha calificado como el «mejor» alcalde que «ha tenido Valladolid».
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, también se pronunció ayer sobre los efectos del juicio que tiene fijado el alcalde para el próximo 27 de abril por un presunto delito de desobediencia en la ejecución de las sentencias para legalizar el edificio de la plaza de Zorrilla, donde tiene fijada su residencia habitual. El ministro considera que este procedimiento «no justifican que quede descalificado como candidato».
Reitera su inocencia. Una idea en la que insistió ayer el flamante candidato en su primera comparecencia pública. De la Riva reiteró que es un juicio «por un tema administrativo no por un tema de corrupción, ni malversación, sino por el retardo en la ejecución de una sentencia». El alcalde mostró su confianza en que la jueza «resolverá» que no ha existido tal desobediencia porque existen «documentos que demuestran que la postura del alcalde fue siempre de cumplir la sentencia, que por cierto la propia sala del TSJ ha dicho ya que estaba cumplida». En esa línea, defendió que «ha actuado de forma honesta y que el juicio no tendrá repercusión en la lista».
León de la Riva, que ayer acudió a visitar las obras en las medianas de la avenida de Burgos, se mostró muy relajado, sonriente y jovial. Un talante que mantuvo ante las reiteradas preguntas para conocer si el PP se ha planteado un plan B en caso de que fuera inhabilitado para ejercer cargo público. «No hemos hablado de listas ni contemplamos que el alcalde no pueda ser el alcalde», aseguró comprometiendo su palabra personal. «Cuando se hagan las listas se decidirá, ahora no es el momento. En las penúltimas elecciones la lista se hizo pública el día antes de finalizar el plazo. Queda mucho tramo», reiteró.
Unas explicaciones que no convencieron a sus rivales políticos, que ayer incidieron en la incompatibilidad entre su proceso judicial y su candidatura. Uno de los más críticos fue Luis Tudanca, secretario regional del PSOE, que calificó «incoherente» la postura de los ‘populares’. En su opinión cada partido «es responsable de sus decisiones», pero advirtió que le «sorprende» que el PP luego «vote y hable» en las Cortes a favor de medidas de transparencia, limitación de mandatos o de regeneración democrática para recuperar la confianza en la política.
En la misma línea se mostró su compañero y candidato socialista a la Alcaldía de Valladolid, Óscar Puente, que lo calificó como «mal candidato» para la ciudad para «el mejor que tiene en estos momentos en PP en Valladolid». Puente se mostró convencido que los 20 años de Gobierno «lo han desgastado» y apostó porque eso se notará en los resultado electorales. A la vez que recordó «el riesgo que supone su candidatura con el proceso judicial que tiene abierto».
Por su parte, Manuel Saravia, portavoz del Grupo Municipal de IU y candidato de Valladolid Toma la Palabra, aprovechó ayer para invitar al candidato ‘popular’ a participar en un debate. ««Invito a León de la Riva a lo que no ha hecho en 20 años: debatir». Saravia entiende que «tiene que dar cuentas de su gestión».