Rubi vio desde una cabina de prensa del Estadio José Zorrilla la contundente victoria de su equipo ante un rival directo por el ascenso. Junto al recuperador Manel González, el técnico catalán pudo comprobar desde las alturas cómo el Pucela era capaz de neutralizar el ataque visitante y sumar tres puntos de oro en la carrera hacia la Primera División, informa www.realvalladolid.es.

“El resultado ha sido contundente pero no es un golpe de autoridad, solo es un partido. Ahora quedan otras 15 finales”, explicaba pensando en el futuro en vez de regodearse en el triunfo. “Nos hemos defendido muy bien, hemos estado muy sobrios muy tranquilos y no hemos pasado apuros".

Por su parte, Abelardo se mostró orgulloso de su equipo, que encajó su primera derrota lejos de El Molinón en toda la Liga. “Creo que la principal diferencia ha sido la pegada que ha demostrado el Real Valladolid”, resumió.