El gol tiene nombre y apellidos

Manuel Belver
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El Atlético Valladolid cuenta con Fernando Hernández, que no se cansa de marcar. El sábado pasado hizo 11 dianas en La Roca. El BM Aula sigue disfrutando de Amaia González de Garibay. En el debut anotó 9 tantos ante el Canyamelar

Fernado Hernández y Amaia González de Garibay.

El gol tiene nombre y apellidos en el Atlético Valladolid y en el BM Aula. Fernando Hernández y Amaia González de Garibay tienen la portería contraria entre ceja y ceja. Llevan años haciendo muchos goles por partido y en el arranque de la competición tanto en la División de Honor femenina como en la Plata masculina volvieron a demostrar su condición de killers.

Fernando es uno de los veteranos del equipo de Nacho González. A lo largo de la temporada cumplirá 42 años. Y lo ha sido todo en el mundo del balonmano, campeón del mundo, medallista en unos Juegos Olímpicos, campeón de la Liga Asobal, de la Champions... El sábado pasado en el debut del Atlético Valladolid anotó 11 dianas en La Roca, siendo ya el máximo anotador de la categoría.

Amaia es una de las promesas con más futuro del balonmano femenino, el relevo lógico de las Guerreras. A sus 20 años ha sido internacional en todas las categorías, incluida su presencia este verano en el Mundial universitario, y solo le falta el último peldaño. El año pasado fue la mejor estilete del cuadro que dirige Miguel Ángel Peñas, y el sábado en el debut en Huerta del Rey anotó 9 goles ante el Canyamelar Valencia.

«Por encima de los goles lo importante era conseguir la primera victoria y puntuar fuera de casa», señala Fernando Hernández, que sigue compaginando su trabajo por las mañanas con los entrenamientos por las tardes: «Siempre lo digo, mientras pueda ayudar seguiré jugando. Sigo teniendo ganas de competir».

De momento está comenzando los partidos como extremo aunque termina como lateral derecho. Conoce la Plata de su paso por Badajoz, aunque sea un hombre Asobal. «La categoría es muy dura. Los equipos se hacen muy fuertes en casa y en cualquier pista te puedes dejar puntos. A priori no hay favoritos claros», analiza sobre la segunda división. En ella, el Atlético Valladolid parece que marcha en el grupo cabecero, con el ascenso como objetivo. «Lo queremos, tanto jugadores, como club y afición. Sería lo bonito, pero hay que ir paso a paso. Esto es muy largo y habrá momentos complicados», asegura adelantando que el grupo que se ha formado está unido, ilusionado y con ganas.

Estas tres palabras definen y son la base del BM Aula de Amaia González de Garibay, que arrancó con mejores sensaciones de las previstas en Huerta del Rey, con la rápida extremo haciendo muchos goles: «Menos mal, porque tenía miedo después de que me saliesen mal los últimos partidos de la pretemporada».

El cambio del Miriam Blasco a Huerta del Rey se notó. «Nos costó adaptanos a las dimensiones, sobre todo en mi caso no saber en las contras cuánto me quedaba para el área... se notó mucho de las primeras a las últimas acciones».

La idea del equipo y de la extremo izquierdo es la de mejorar lo hecho la temporada pasada, en la que el Aula fue el conjunto revelación: «Queremos tener una identidad e imponer nuestro juego. Saber que podemos luchar y ganar a todos...».

Aunque todo el mundo dice que Amaia irá en breve a la selección absoluta, ella mantiene los pies en el suelo. «Ahora mismo no lo veo. De hecho si me llaman igual ni duermo, sigue siendo un sueño pero hay que trabajar mucho», aclara.

Amaia y Fernando coinciden casi todos los días en Huerta del Rey. Cuando ella acaba los entrenamientos los comienza él. Se conocen. Saben el uno del otro. Miran la portería y sonríen. Tienen el gol en la mirada.