La capital ya dispone de más de 100 km de carriles bici

M.R.I - M. B.
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El Ayuntamiento mejorará la conexión de los carriles bici y ampliará el ciclocarril a todo el centro, además de conectarlo con los barrios. Se elaborará un Plan Director de la Bicicleta

La bicicleta gana poco a poco terreno a los vehículos a motor en las calles de Valladolid. La apuesta del equipo de Gobierno del Ayuntamiento para avanzar en la ampliación de la red de carriles-bici segregados se ha materializado, en otros tres años, en nuevos tramos, que hacen que el circuito global sume ya más de cien kilómetros en toda la ciudad. A esto hay que sumar otros casi cuatro kilómetros de los nuevos ciclocarriles de uso preferente para los ciclistas, y limitados a 30 kilómetros por hora para el resto de vehículos, que este año se extenderán por otros 2,5 kilómetros de calles del centro. 

Unas cifras que sitúan a Valladolid al nivel de ciudades como Zaragoza, que dispone de una red de 130 kilómetros para una población que duplica la de la capital. También está muy cerca de Valencia, considerada una de las mejores ciudades para circular en bici, que cuenta con 120 kilómetros de carril-bici. En ranking lo encabeza Barcelona, con más de 200 kilómetros de vías ciclistas, lo que hace que en la actualidad el 72% de la población de la capital catalana tenga un carril para ciclistas a menos de 300 metros de su casa o del trabajo. Un mapa parecido al de Madrid con casi 200 kilómetros de vías ciclistas y una apuesta decidida de su Ayuntamiento por la movilidad sobre dos ruedas.

En este línea, el Consistorio vallisoletano quiere ampliar el entramado de carriles y ciclocarriles. La Concejalía de Movilidad trabaja para mejorar la infraestructura y «fomentar» el uso de la bici como alternativa al vehículo privado para los desplazamientos por la capital porque entiende que la falta de ellas y su deficiente planificación provocan inseguridad en conductores, peatones y ciclistas. 

Una situación que se analizará en un Plan Director de la Bicicleta, que ordenará «todos los criterios» sobre movilidad ciclista en la ciudad, tal como explica el concejal de Movilidad, Luis Vélez. El presupuesto municipal de este año ya incluye una partida para elaborar este documento, cuya redacción saldrá próximamente a licitación. 

Este futuro plan no frenará las previsiones municipales de extender los ciclocarriles 30, que permiten «visualizar»mejor a los ciclistas, para unir el casco histórico con La Rondilla. Los futuros ramales se extenderán desde la plaza de San Nicolás, paseo Isabel La Católica, Santa Clara, Real de Burgos y plaza de la Universidad hasta este barrio, aunque en el futuro se pretende extender a más zonas de Valladolid. «El objetivo es sellar la malla del centros y preparar la salida a los barrios», detalla Vélez.

Otra actuación será prolongar el ciclo carril desde la calle Alonso Pesquera hasta el paseo de Farnesio, Arca Real y la carretera de Madrid. «Se trata de completar itinerarios discontinuos para conectar el centro de forma radial con los barrios», reitera el edil.

El contrato para la ampliación de los ciclocarriles, que ya ha tenido partidas en las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) de 2016, 2017 y 2018, también conllevará que se pinten zonas de detención adelantada tanto para bicicletas como para motos. Además, los nuevos tramos cuentan con dotación en los presupuestos participativos de 2018, donde los vecinos decidieron destinar una inversión de 240.000 euros para este mismo fin. «Estamos satisfechos con estos carriles porque se visibiliza más a la bicicleta en la calle y eso implica más uso. Además, los ciclistas tienen derecho a ir por el centro del carril para tener más seguridad. Funcionan bien, pero que lo harán mejor en el futuro porque cuesta un tiempo que los conductores se acostumbren a su utilización», reitera.

Corregir errores. El concejal de Movilidad no es partidario de la ‘acera-bici’ y defiende que hay que «bajar» las bicicletas a la calzada para que «compartan» espacio con los vehículos a motor. Aunque hay tramos de la ciudad donde se ha implantado este sistema, pero se han realizado algunas correcciones para garantizar la «seguridad y convivencia» con los peatones. Este es el caso de la ‘acera-bici’ de la calle Real de Burgos, cuyo espacio señalizado para los ciclistas se ha reducido frente al inicial para dejarlo como de una única dirección hacia la avenida de Palencia. Para circular hacia la calle Alamillos desde La Rondilla se ha pintado un ciclocarril en el carril derecho de la vía.

En la mesa del concejal de Movilidad hay también nuevos proyectos para «mejorar» la conexión entre los carriles-bici inconexos que se extiende a lo largo de las grandes avenidas de la capital. 

nuevos tramos. Así, uno de los proyectos prioritarios de este área es el de ejecutar la conexión del ramal que discurre por la avenida Juan Carlos I con el de la Avenida de Soria y prolongarlo más allá de la VA-30 para conectarlo con La Cistérniga.

En las previsiones también figura la conexión del tramo de la avenida de Palencia con el del Esgueva y la avenida de Santander, donde se dará continuidad también a los itinerarios discontinuos que jalonan esta vía. Los técnicos del área están estudiando suprimir el tercer carril o parte de la zona de estacionamiento a la altura de la barriada Leones de Castilla. «Será un carril bici bidireccional, que cerrará un itinerario importante y con mucho uso, sobre todo para el ocio porque conecta con uno de los pulmones verdes de la capital», explica.

En estudio está también como conectar con Isabel la Católica el carrilbici del puente de Isabel la Católica y el de Poniente. Un ramal que también conectaría con el de la ribera del Pisuerga. Este tramo tiene complejidad porque no se puede optar por pintar un ciclocarril porque es una vía rápida. Los técnicos están valorando si suprimir aparcamientos o utilizar parte de la acera de lado del parque. «Es una situación compleja y se están valorando distintas alternativas porque debe ser un carril segregado. Hay que analizar las conexiones», apunta Vélez.

Conexiones. El Ayuntamiento también ha encargado un estudio para evaluar cómo conectar y con qué infraestructura la zona Oeste de la ciudad (Girón, La Victoria y Puente Jardín) con el centro. «Esta es una de las peticiones reiteradas de los vecinos de esos barrios y estamos viendo cómo atenderla», desgranan desde el área de Movilidad.

De momento, hay un proyecto de la Concejalía de Urbanismo, que también se encarga de financiar parte de los nuevos tramos previstos de carril-bici. Este año ejecutará un proyecto que ya anunció en las IFS de 2017, pero que finalmente se ejecutará con la partida de este año. El nuevo carril combinarála opción del ciclocarril utilizando la vía de servicio para conectar la Ronda Norte con el puente de Santa Teresa a través de la avenida de Burgos y la calle de la Peseta. Esta obra tiene un presupuesto de unos 100.000 euros porque incluye obra para ejecutar la plataforma ciclista.

La Asamblea Ciclista también ha pedido al Ayuntamiento que se ejecute la conexión entre el puente de Santa Teresa y los puentes del Cabildo (por el camino del Cabildo o la Avenida del Euro) para facilitar el acceso a la factoría de Michelin y complementar el acceso a dicha factoría a través del cierre del carril-bici de la VA-20.

Anillo verde. El plan director encargado por el Ayuntamiento completará el diagnóstico e inventario de senderos verdes e itinerarios ciclistas entre Valladolid y sus municipios más próximos para la puesta en marcha del Anillo Verde, que capitanea la concejalía de Medio Ambiente. Esta era una de las apuestas de la extinta Comunidad Urbana de Valladolid (CUVA), que ahora se constituirá como Mancomunidad de Interés General (MIG). Este plan será clave para el objetivo del equipo de Gobierno de potenciar el uso de la bicicleta porque se considera que contribuye «de forma importante a la mejora del tráfico y la contaminación y ayuda a tener un estilo de vida más saludable».

En este sentido, el alcalde de Simancas, Alberto Plaza, ha reclamado la «necesidad urgente de actuación» por parte del Ayuntamiento de Valladolid para completar el denominado anillo verde de carril bici que permita unir la zona de El Pichón con el centro comercial Vallsur. Plaza lleva meses incidiendo en que sería una acción «urgente» por razones de seguridad vial y por la búsqueda de la reducción del tráfico particular para rebajar niveles de ozono y CO2, algo que recordó iba «en el propio espíritu de la Comunidad Urbana de Valladolid». 

Una reclamación similar llega desde el Ayuntamiento de Santovenia, que reclama que el futuro proyecto de desdoblamiento de la VA-113 contemple también un carril-bici. Una conexión de la que sí que dispone Zaratán, que hace casi dos años un ‘sendero-bici’ de 2,5 kilómetros y una inversión de 150.000 euros, que conecta con la capital. 

Un ‘mapa ciclista’ que la Asamblea Ciclista de Valladolid propone completar con una vía de conexión directa, aprovechando la vía de Ariza una vez cerrado el ‘by-pass’ de mercancías, sin cruces a nivel (utilizando los puentes ya existentes sobre la VA-20 y VA-30) entre Valladolid-Renault España-Laguna de Duero. Un proyecto que figura en las alegaciones que el grupo ha presentado al a revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). 

Otro proyecto pendiente es la propuesta de la UVa para la construcción de una vía exclusiva para bicis que facilite el acceso de los universitarios hasta Fuente la Mora, el complejo deportivo ubicado en la carretera de Renedo, junto a los campos de rugby de Pepe Rojo, las pistas de aeromodelismo de Terradillos, el velódromo... La institución académica ofreció, de la mano de anterior rector, al Ayuntamiento «cofinanciar» la construcción de la nueva vía, que con la participación de la Diputación podría llegar hasta Renedo.