Masiva huida de Alepo

EFE
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Miles de personas se agolpan en la frontera con Turquía tras dejar a sus espaldas la violencia y la escasa ayuda humanitaria, a la espera de poder entrar en el país vecino

 
Decenas de miles de sirios se agolpan en la frontera con Turquía tras huir de la violencia en la provincia de Alepo y la escasa ayuda humanitaria, a la espera de poder acceder al país vecino que mantiene el cruce de Bab al Salama cerrado. «Algunos llevan desde hace días allí en condiciones precarias y en ningún momento Ankara ha abierto sus límites. Hasta ahora, sus responsables han hablado mucho pero no han actuado», señaló ayer el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahmán.
Una palabras que contradicen lo afirmado por el ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, quien aseguró que su país mantiene su política de «fronteras abiertas para estas personas que huyen de la agresión del régimen de Bachar Al Asad así como de los ataques aéreos de Rusia».
El responsable turco precisó que su Estado ha recibido a 5.000 desplazados y que «otros 50.000 o 55.000 están de camino».
Según datos de la ONU, unas 20.000 personas se concentran en el paso de Bab al Salama después de escapar de sus hogares por las últimas operaciones militares en el norte de Alepo.
Aparte de estos refugiados, la violencia ha ocasionado la huida de entre 5.000 y 10.000 personas a la población de Azaz y de otras 10.000 a Afrín, ambas en Alepo.
Además, una fuente de la red de noticias Afrín explicó que los sin papeles en este enclave kurdosirio se encuentran en el campamento de Rubar. «Hace dos días, las organizaciones humanitarias lanzaron un llamamiento de ayuda para asistir a esas personas», indicó la agencia, quien destacó que se necesitan tiendas mantas, ropa y leche para bebés. Así, ayer, se erigieron 42 nuevas tiendas de campaña para alojar a huidos en Afrín.
La fuente añadió que el Partido de la Unión Democrática (PYD) y el opositor Consejo Provincial de Alepo acordaron el traslado de los inmigrantes a la región de Idleb. «Las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), brazo armado del PYD, se encargará de proteger la ruta», añadió el Observatorio.
Precisamente la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) estudia, actualmente, la posibilidad de distribuir ayuda a través del paso fronterizo de Bab al Haua, entre la provincia siria de Idleb y Turquía, en vez de hacerlo por Bab al Salama.
A este respecto, la portavoz regional para la crisis siria de la OCHA, Linda Tom, apuntó que todavía están viendo cómo hacerlo. «Hay que recordar que recientemente murieron tres trabajadores humanitarios en Alepo, y, aunque los desplazados están en muy malas condiciones, primero tenemos que garantizar la seguridad para poder acceder a ellos», indicó.
Y es que la situación de seguridad es el principal impedimento para hacer llegar cualquier tipo de asistencia a las personas bloqueadas. «Es muy complicado llevar a cabo operaciones en el otro lado sirio de la frontera», reconoció Tom, quien señaló que la OCHA contempla varias posibilidades.
Asimismo, el portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja, Pawel Krzysiek, aseveró que su organización planea ofrecer «una respuesta humanitaria», aunque «el acceso es difícil».