El crecimiento de la economía española se mantiene a una buena velocidad de crucrero a pesar de la incertidumbre política actual que vive el país motivada, en gran medida, por las dificultades existentes para conseguir la formación de un nuevo Gobierno.
El Producto Interior Bruto (PIB) de España creció un 3,2% en 2015, el doble que la media anotada en la eurozona que se colocó en un 1,5%, el triple de Francia (1,1%) y muy por encima de potencias como el Reino Unido (2,2%) Alemania (1,7%) e, incluso, superior al de Japón (2,4%) o EEUU (1,9%), que emplean los mismos cálculos.
Por regiones, la Comunidad Valenciana (3,7%), Baleares (3,6%), Madrid (3,5%) y Canarias (3,4%) fueron las que mayor desarrollo experimentaron en el país el pasado año, frente a Asturias (2,3%), Extremadura (2,4%), Galicia (2,6%), Navarra (2,7) y Castilla yLeón (2,8%), que figuran en la cola.
En niveles de renta per cápita, España, con 24.100 euros de media por habitante, ocupa el puesto 36 del ranking de 109 países analizados por el Índice de Competitividad por el Talento Global (GTCI), muy próximo a Italia y Portugal y por debajo de Francia, Alemania, Bélgica o los Países Nórdicos. El sector servicios es el que más creció en 2015 en cuanto a su peso en la economía, aunque su productividad fue menor que la industria que generó, además, mayor valor añadido que otros segmentos como la agricultura.
En este contexto, la confianza de los consumidores se elevó nueve puntos en 2015, hasta los 72 enteros, respecto al año pasado, según el último estudio de la consultora Nielsen, que destacó que, en comparación entre el cuarto y el tercer trimestre, se registró una caída de tres puntos.
Respecto al empleo, la Encuesta de Población Activa (EPA) reflejó una tendencia positiva con una bajada récord de desocupados hasta el 20,9% y la primera vez en cuatro años que este índice cayó de los cinco millones de parados (4.779.500).
El secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, restó importancia al paro registrado en enero (57.247 personas), remarcando que «el país está mejor preparado hoy para crear empleo, independientemente del momento del año que vivimos».
Expectativas en 2016. Para el presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, el crecimiento del PIB mantiene un gran dinamismo y, lejos de verse afectado por la incertidumbre política, los expertos consideran que repuntará levemente entre los meses de enero y marzo hasta el 0,84%, frente al 0,79% de los últimos trimestres de 2015.
Asimismo, la bajada en el precio del petróleo y otras materias primas lastrará a muchas economías emergentes y parte del comercio mundial, ya que los países productores se verán obligados a reducir sus compras en el exterior.
Sin embargo, esta realidad puede brindar un impulso mayor a Estados importadores de crudo como España.
El FMI prevé ahora un mayor desarrollo del PIBnacional del que proyectó el pasado mes de octubre para los próximos dos años, con una tasa del 2,7% en 2016 y un 2,1 en 2017. En la UE a penas se corrige un 0,1% hasta el 1,7% en 2016.
Por su parte, el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos estimó que el PIB seguirá en velocidad de crucero, en torno al 3,5% este año y al 2,9% el próximo.
Desde el Ministerio de Hacienda, Cristóbal Montoro aseguró que los ingresos del Estado crecerán este ejercicio un 0,8%, hasta 134.773 millones, hasta el 2,2% del PIB.
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, Pierre Moscovici, prevé que España incumpla sus objetivos de reducción de déficit comprometidos para 2015 y 2016, aunque mejoró sus perspectivas de crecimiento.
En definitiva, 2016 seguirá siendo un año de ajuste gradual de la actividad económica, con grandes variables, pero España mantendrá la inercia del crecimiento establecido, lo que le permitirá dejar la crisis más lejos y avanzar unos puntos más.