El Clínico se conectará a la red de biomasa de la Junta

Ical
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El acuerdo con Somacyl tiene un presupuesto de 5,16 millones y una vigencia de 12 años

El Hospital Clínico Universitario de Valladolid se conectará a la red de biomasa de la Junta mediante un acuerdo con la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) que contempla una vigencia de 12 años y un importe de 5,16 millones. Aportará un ahorro medio en la factura energética del cinco por ciento, que rondará los 25.700 euros anuales, según explicó la consejera de Agricultura y Ganadería y portavoz de la Junta, Milagros Marcos.

El Consejo de Gobierno aprobó el expediente para el suministro de energía térmica al Clínico de Valladolid mediante conexión a red de calefacción con biomasa. La Junta dispone de una red de calor alimentada con biomasa desde la central existente en Valladolid, que discurre por la avenida Real de Burgos en paralelo a la fachada del Hospital y próxima a la central térmica del mismo.

Por ello, ahora se propone como medida de eficiencia energética la conexión de este centro, siendo asimismo viable desde el punto de vista económico, obtener ahorro en la facturación energética para el Hospital. Somacyl aportará el 78,5 por ciento de energía consumida por el hospital, y el 21,5 por ciento restante se mantendrá mediante suministro de gas natural a las calderas del hospital.

El acuerdo incluye la instalación de una subestación de intercambio a base de intercambiador de placas y un sistema de contaje de energía térmica de calor entre la red y el circuito interno del Hospital, cuyo coste es de 239.045 euros, al que se suma una cantidad fija anual de 61.960 euros a partir del segundo año (tasas, licencias, proyectos, direcciones de obra).

Con esta propuesta se dotará de un nuevo sistema de producción de calefacción y agua caliente, con un coste kWh útil para el primer año de 0,038655 euros y el retorno de la inversión a plazo medio -12 años-, lo que además significa un ahorro del 7,6 por ciento el primer año respecto del coste total anual actual y de un cinco, en el resto de los once años.

La Junta de Castilla y León aprobó en 2010 un programa de mejora del ahorro y eficiencia energética y fomento de las energías renovables, y especialmente de implantación de calderas de biomasa y sistemas solares en edificios administrativos pertenecientes al sector público de la Comunidad.