Lydia Blanco: «Hacemos más de un millón de kilómetros al año para captar donantes de sangre y médula»

I.A. / Valladolid
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Entrevista con la directora del Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León

Lydia Blanco, directora del Centro de Hemoterapia y Hemodonación. - Foto: Ical

El Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León es algo más que un edificio sanitario. En su interior se genera vida gracias a la solidaridad del ciudadano. Lydia Blanco lo dirige y lo vive desde 2008.  Quiere agradecer la respuesta ciudadano en uno de los momentos más «delicados» que ha vivido en los últimos cinco años. Desde que el centro dio la voz de alarma ante la escasez de reservas en un inicio de enero complicado, los castellanos y leoneses se han volcado y han logrado revertir la situación con sus donaciones en tan solo una semana, donde se han registrado más de mil donaciones diarias por encima de la media.

Hace poco más de una semana el centro hizo un llamamiento urgente ante la escasez de reservas sanguíneas. ¿Se trata de una situación estructural o responde a algo puntual?

Suele pasar casi siempre por esta época y en todos los centros de España, no es algo que haya sucedido sólo aquí en Castilla y León. El mes de enero es difícil en cuanto a donaciones porque partimos de muchas fiestas seguidas, es época de gripe, lo que reduce el número de donantes, época de frío, por lo que a las colectas acude menos gente y, por contra, la actividad de los hospitales suele ser plena, del cien por cien, por lo que siempre suele haber un pequeño desfase entre lo que entra y lo que sale. A los hospitales no les ha faltado absolutamente nada, pero, si normalmente nos pedían unas 400 unidades diarias, llevábamos una semana que nos pedían 500 con lo que nos hemos encontrado en que estábamos tocando fondo y de ahí el llamamiento, algo normal en esta época del año, pero sí que es verdad que en esta ocasión se ha agudizado un poco.

Además reclamaban donantes de grupos relativamente comunes como es el A+...

Lo normal es que lo que más hace falta es lo que más se usa y, en esta ocasión, nos ha dado un bajón el A+ que es del grupo que, generalmente, más reservas tenemos y eso sí que es puntual.

Y la respuesta de los castellano y leoneses a ese llamamiento...

Abrumadora. Para que se haga una idea, tenemos una previsión de sangre de 2.200 donaciones efectivas a la semana -tenemos un 12% de exclusión que en época de gripe sube unas décimas- y la semana que hicimos el llamamiento hemos tenido mil donaciones más, lo que equivale a un incremento del 30%. Nos han desbordado y estamos muy agradecidos por la solidaridad que, una vez más, ha demostrado la ciudadanía de Castilla y León.

Lo que no quiere decir que ahora los donantes se pueden relajar. Imagino que animarán a que mantengan ese ritmo de 2-3 donaciones anuales.

Los llamamientos sensibilizan mucho a la gente y más cuando se ve la urgencia del mismo. Pero es que dentro de dos o tres meses vamos a seguir necesitando esas 2.200 donaciones a la semana y dentro de seis meses también. No puede ser algo puntual que ahora nos arregle los ‘stocks’ y que dentro de dos meses volvamos a estar igual.

Hace unos días se dieron a conocer los datos de las donaciones de órganos, con una ligera bajada.

En el primer semestre del año se apuntaba a un incremento de las sanguíneas del 3,73 por ciento y los últimos datos disponibles hablaban de 96.000 extracciones. ¿Hay datos concretos ya de 2014?
Han crecido un dos por ciento con un total de 104.500 donaciones. Aquí no se trata de aumentar mucho o poco, sino de adaptar las donaciones a las necesidades que tenemos. No queremos más, solo lo justo, lo que necesitamos. Llevamos unos cuantos años bastante estabilizados en el número de donaciones.

Dos mil unidades más que el ejercicio anterior...

Es la cantidad adecuada. La situación que se dio la semana pasada ha sido algo puntual. Llevábamos mucho tiempo sin hacer llamamientos, recordatorios sí, pero sí que ha podido ser ésta una de las situaciones más complicadas que hemos vivido en los últimos cinco años porque siempre estamos muy estables en cuanto a donaciones y necesidades.  

Al margen de la solidaridad ciudadana, la labor que hacen de ‘captación’ de donantes es enorme, con numerosas extracciones en el exterior en centros de trabajo de empresas, universidades...

Este año hemos tenido un total de 5.984 puntos de donación. Tenemos una logística tremenda y hacemos más de un millón de kilómetros al año para captar donantes de sangre y médula. Llegamos a todas las zonas de la Comunidad por muy lejos que estén. Además tenemos puntos fijos en todas las capitales de provincia y Ponferrada. Movemos mucho personal para intentar que todo aquel que quiera donar no se quede sin hacerlo por la distancia.

Lo que ha experimentado un crecimiento sin precedentes es la donación de médula, que con 2.500 nuevos donantes casi duplica la cifra objetivo marcada por el Plan Nacional de Donantes de Médula Ósea...

Nos hemos puesto a ello y la Comunidad ha incluido, en 2014, cerca de 2.500 nuevos donantes en la base de datos del Registro de Donantes de Médula Ósea.

Muchos de esos donantes, a la hora de la verdad, ¿se echarán para atrás?

Procuramos que no sean donantes ‘avalancha’, es decir, aquellos que llegan cuando se promociona una campaña, sino que intentamos hablar con aquellos donantes que ya han venido más de una vez, que tienen ese perfil de compromiso para explicarles cual es el proceso, porque la donación de médula tiene sus molestias y sus pequeños riesgos y hay que hacerlo seleccionando personas comprometidas.  

Todo esto con una plantilla y un presupuesto que estará más que ajustada.

Llevamos cinco años con el mismo presupuesto. Los costes que tenemos de las unidades de sangre no han variado. Tenemos una economía razonable que nos permite tener toda esta actividad.  
El capital humano ronda los 200 profesionales. Unas 140-150 personas están en plantilla y el resto es personal de seguridad, limpieza, conductores, etc.