El año 2014 fue la puerta hacia la ansiada recuperación económica que todo el mundo desea para el ejercicio que arranca. Los indicadores económicos que hacen balance anual se empeñan en mostrar un dinamismo que hace albergar esperanzas y generar mensajes de confianza. El tejido productivo y su evolución reflejan ese cambio de tendencia, ya que tras un sexenio de contracciones continúas, 2014 cerró en Castilla y León con casi medio millar de empresas cotizantes a la Seguridad Social más que a finales de 2013.
Los datos homogéneos que facilita el Ministerio de Empleo y Seguridad Social (cambió la metodología a mediados de 2014), destacan que tras caídas en el número de empresas cotizantes en la Comunidad, del cuatro por ciento en 2012, y del 2,4 por ciento, en 2013, el año pasado se recuperó la senda del dinamismo con un avance del 0,6 por ciento, hasta concluir con 67.511 sociedades.
Una cifra aún lejana a las alrededor de 77.885 empresas (con la metodología antigua) que se contabilizaban en 2007, cuando se inició el desplome que perduró hasta diciembre de 2014. Castilla y León siguió así la senda de recuperación en todo el territorio nacional, donde se cerró el pasado año con 1.255.613 empresas cotizantes, lo que supone un aumento del 0,8 por ciento respecto a las de 2013.
El mayor número de empresas se encontraba en Valladolid, seguida por León, Burgos y Salamanca. El resto está muy por debajo. Por sectores, los servicios ganaron 249 sociedades y el agrario 229. Por el contrario, la construcción siguió en caída libre.
Trabajadores. Por lo que respecta al empleo que generaban estas empresas en la Comunidad, el informe indica que daban trabajo a 561.939 trabajadores, 9.768 más que un año antes. El comportamiento fue dispar en el análisis sectorial, ya que el grueso se generó en los servicios (7.297 empleos), seguido por los 1.801 de la industria y los 844 del agrario. Por provincias, el mayor volumen de empleo estaba en Valladolid, seguida por Burgos, León y Salamanca, en este orden.
Del total de trabajadores, el documento constata que 291.254 eran hombres, frente a las 270.685 mujeres. El trabajo del colectivo masculino aumentó en 4.168 personas; y el femenino, en 5.600. En cuanto al modo de contratación, sólo se generaron 42 contratos indefinidos más en el año, hasta 400.692 trabajadores; frente a los 9.726 temporales, con 161.247.
Fuentes de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) valoraron este cambio «de forma positiva», si bien advirtieron que las cifras «constatan que aún dista mucho de 77.885 empresas inscritas en la Seguridad Social en 2007».
La patronal autonómica reconoce que durante los últimos años se ha intensificado el apoyo a estos nuevos emprendedores, aunque «aún se debe avanzar más» y resaltaron la «importancia» de mayor celeridad en la implantación de la verdadera ventanilla única.