El alcalde, Óscar Puente, destacó que se trata de unas cuentas "participativas" en las que se congelan los tributos y se incrementa la inversión un 49 por ciento. A su vez, Puente apuntó que la subida de los ingresos por tributos propios se debe a la previsión realizada en función de la buena evolución que durante 2017 está teniendo la actividad urbanística, y apuntó que el próximo año la venta de suelo podría generar al Ayuntamiento unos ingresos que rondarán los 21 millones de euros.Por otra parte, el alcalde argumentó que pese del notable incremento del presupuesto, así como de la prevista contratación de un préstamo por importe de 18 millones de euros para mejorar el potencial inversor, tanto la deuda viva como el pago de los intereses descenderán en 2018 respecto a lo presupuestado en 2017 y ello a pesar de que en 2017 se habrán amortizado unos 23 millones de euros. Así, la deuda viva municipal se sitúa ahora en los 96,9 millones de euros.