El Real Valladolid ya sabe que terminará la temporada, con toda seguridad, dentro del concurso de acreedores. Aunque se confiaba en agilizar todos los trámites y acortar plazos -incluso se habló de la posibilidad de salir de la Ley Concursal en la Semana Santa-, la entidad aún tiene que resolver un incidente concursal antes de que los administradores realicen el informe definitivo que se presente al juez con un plazo de unos tres meses. Una vez que este informe sea admitido, comenzará la Fase de Convenio, en la que se buscarán acuerdos de pagos a los deudores.

Es decir, a la espera de solucionar ese incidente concursal -se entiende que se trata de un acreedor que no está de acuerdo con el montante reconocido en su momento por el club-, y de ese informe definitivo de la deuda y los acreedores: hay que recordar que en el preliminar el montante ascendía a 73 millones, de los cuales alrededor de 45, es decir el 61% del global, correspondería a la Agencia Tributaria (ayer se conoció que la del Deportivo de la Coruña, también en concurso, es de 156); la entidad blanquivioleta continuará inmersa en el concurso, algo que está permitiendo vivir, económicamente hablando, con mucha más tranquilidad que la temporada pasada, con el pago de las mensualidades al día y la posibilidad de acabar la actual campaña con superávit: se prevé alrededor de los 8 millones.

Tiempos. El problema es ahora marcar los plazos para la salida de la Ley Concursal. En principio, podría ser junio o julio, la llegada del verano puede incluso retrasarlo. Hay que recordar que el Real Valladolid entró en concurso voluntario de acreedores en diciembre de 2011, es decir lleva casi 15 meses en esta situación.