La medalla más atípica de España

SPC
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El equipo nacional de curling disfruta de la plata lograda en el Mundial

El curling es un deporte atípico en España, donde apenas se cuentan 200 licencias, pero tres donostiarras y un vizcaíno lo han puesto en el centro de las actualidad gracias a la medalla de plata que lograron en el último Campeonato del Mundo disputado en Canadá.

Dos monitores deportivos, Mikel Unanue y Ohiane Otaegi; una profesora de Universidad, Leire, la gemela de Ohiane; y un estudiante de Ingeniería, Sergio Vez;  acudieron al certamen sin la intención de llegar tan lejos, pero acabaron rompiendo todos los esquemas.

Allá por 2005, la Federación Mundial de Curling, en su afán por promocionar este deporte de invierno que consiste en barrer el hielo para dirigir una piedra de 20 kilos hacia una diana, cedió algunas de estas piedras al club de patinaje Txuri Berri de Donostia. Ohiane, preparadora física de la entidad, probó y le gustó. Así, el equipo donostiarra empezó a competir.

Años más tarde, entraron los otros tres componentes del equipo subcampeón del mundo en categoría mixta. Durante el año pasan 36 fines de semana fuera de casa, invirtiendo todos sus días de vacaciones en viajar para poder entrenar en pistas de hielo adecuadas para la práctica del curling. Y es que, el Palacio de Hielo de San Sebastián, pese que tiene «perfectamente dibujada» la pista, no les facilita la práctica de esta modalidad y les pone muchas trabas para poder llevar a cabo sus entrenamientos, ya que el equipo de hockey hielo y el de patinaje artístico tienen prioridad. 

Por ello, tuvieron que buscarse un nuevo escenario para entrenar y encontraron en Jaca su nueva casa, pero la pista oscense lleva estropeada desde agosto, por lo que han optado por desplazarse a Suiza para llevar a cabo sus entrenamientos.

Estas prácticas las sufragan con la ayuda de una beca de la Diputación de Guipúzcoa, mientras para las competiciones cuentan con subvenciones del Ayuntamiento de San Sebastián, la institución foral y el Gobierno Vasco.

Con todos estos inconvenientes, los cuatro ‘curlers’ aterrizaron en Canadá con lo puesto, sin entrenador. Pero volvieron con el preciado tesoro de la medalla de plata que nunca antes en España nadie había conseguido en esta modalidad.