Valladolid pone en marcha su plan para viviendas vacías

Ical
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El Consistorio aplicará estas medidas a través de la sociedad municipal VIVA y espera incidir en el mercado del alquiler

La Sociedad Municipal de Suelo y Vivienda, VIVA, dependiente del Ayuntamiento de la capital del Pisuerga, pone en marcha un Programa, denominado ALVA: Alquiler Valladolid, de captación y movilización de vivienda vacía en la ciudad, para incorporarla al mercado del alquiler, según informó en un comunicado el Consistorio.

 

Su objetivo es conseguir que un centenar de viviendas actualmente vacías, de titularidad privada, se incorporen al mercado del alquiler a un precio asequible para el inquilino y con garantías para el propietario, con la intermediación de VIVA. Para ello, establecerá un sistema de garantías e incentivos para el propietario a cambio de fijar unos precios máximos de los alquileres.

 

Por un lado se propone gravar tributariamente las viviendas vacías, si bien esta actuación depende exclusivamente de la Junta de Castilla y León, a quien ya se ha reclamado el cumplimiento de tal objetivo. Por otro lado, y complementariamente, se quiere incentivar la puesta en el mercado de las viviendas vacías susceptibles de ser alquiladas.

 

A propietario de viviendas vacías se garantiza el cobro puntual de la renta y la devolución de la vivienda a la finalización del contrato en buen estado. También se ofrecen ciertos beneficios económicos, como el del seguro multirriesgo del hogar a cuenta de VIVA; la compensación del 50 por ciento del IBI; el certificado de eficiencia energética (CEE), tramitado y costeado por VIVA; o la financiación al cero por ciento y hasta 5.000 euros de los gastos necesarios para adecuar la vivienda.

 

Además, se le ofrece también la realización, por parte de VIVA, de una serie de gestiones, entre ellas, la búsqueda de inquilino; la elaboración, firma y seguimiento del contrato de arrendamiento; la tramitación de la fianza; o la transferencia mensual al propietario del importe de la renta.

 

Para optar a estos beneficios se tendrán que cumplir una serie de requisitos. La vivienda a alquilar tendrá que estar ubicada en el término de Valladolid, seguir una tipología libre desocupada o protegida y ser susceptible del alquiler. También tendrá que haber estado vacía en los últimos seis meses y contar con otros requerimientos: estar dada de alta en los suministros de agua, luz y gas, si lo tuviera; la cocina debe contar con el equipamiento básico; han de estar anulados todos los empadronamientos que pudiera haber en esa vivienda; contar con seguro de la comunidad; estar al corriente en el pago de la cuota de comunidad y obligaciones tributarias municipales y obtener el informe del cumplimiento de los requisitos elaborado por técnicos de VIVA.

 

Las principales condiciones son que se firme un contrato de cesión de la vivienda a VIVA por un plazo mínimo de tres años. Y que el precio máximo del alquiler no sea superior a cinco euros por metro cuadrado al mes, sin superar en ningún caso los 450 euros mensuales. Previamente se realizarán las obras de acondicionamiento de la vivienda necesarias para su puesta en alquiler. Y si dentro de los tres primeros meses no se alquila la vivienda, se podrá proceder a la devolución de la misma. Finalmente, VIVA abonará mensualmente al propietario la renta desde el momento de la formalización del contrato de arrendamiento con el inquilino, incluidos los periodos en que permanezca vacía.

 

Para el inquilino los beneficios son igualmente significativos. En primer lugar, le permitirá obtener una vivienda digna a un alquiler que no supere el 30 por ciento de sus ingresos. Se asesorará al inquilino en la firma del contrato de alquiler y se le informará de las posibles líneas de ayuda que se puedan convocar por las distintas administraciones públicas. El inquilino deberá estar empadronado en Valladolid en el momento de la firma del contrato; no podrá tener vivienda en propiedad y deberá estar inscrito en la lista de demandantes de alquiler de vivienda protegida en el municipio.

 

Se condiciona a que tenga unos ingresos mínimos y máximos entre 750 y 1.500 euros al mes; deberá estar al corriente de pago con sus obligaciones tributarias con las distintas administraciones públicas y se comprometerá también a aportar datos relativos a la situación personal y familiar.

 

Adquirirá el compromiso de destinar la vivienda alquilada a domicilio habitual y permanente durante la vigencia del contrato; a ocuparla en el plazo de un mes desde la firma del contrato; a entregar a VIVA la cantidad correspondiente de fianza; a abonar a VIVA, igualmente, la renta pactada dentro de los siete primeros días de cada mes; a pagar los gastos por servicios y suministros de la vivienda arrendada; a permitir visitas periódicas para comprobar uso y mantenimiento, y a devolver la vivienda, al finalizar el contrato, en el mismo estado de conservación, salvo el desgaste normal generado por el uso.

 

VIVA estima un coste del orden de 253.000 euros y prevé que con este programa se puedan poner en alquiler cerca de 100 viviendas "vacías" (desocupadas más de un seis meses).