La Casa del Bacalao, un colmado ubicado en la Plaza del Caño Argales de Valladolid que abrió sus puertas en 1934, acogió este sábado un recital poético a cargo del vallisoletano Eduardo Fraile, que recorrió una decena de “poemas ultramarinos” que ha ido creando a lo largo de toda su trayectoria, con la compañía de las notas al violín de Leyre Jáuregui.

La iniciativa, fruto de una propuesta del propietario de Alimentación Heras, Javier Heras, incluyó la lectura de poemas incluidos en los cinco libros publicados hasta el momento de su heptalogía 'Apuntes del natural': 'Quién mató a Kennedy y por qué' (2007), 'La chica de la bolsa de peces de colores' (2008), 'La chica de la bolsa de peces de colores' (2011), 'Ícaro & Co.' (2012), 'Retrato de la soledad' (2013), además de un poema de la sexta entrega, 'In memoriam', aún inédita.

A lo largo de 45 minutos, Fraile evocó “las aguas fresquísimas de la niñez” y la “rotundidad de aquellos días, que nos hacían inmortales”, evocando a personajes de su infancia como Filiberto el chocolatero, Vidal el fresquero, o Bienvenido y Emila, los panaderos, cuyos rostros ha ido borrando de la memoria el paso del tiempo.

La velada culminó con la lectura de su poema más reciente, “escrito antes de ayer”, aclaró, con el título ‘La Casa del Bacalao’ y dedicado a la tienda de ultramarinos donde realizó la lectura. En esos versos, Eduardo Fraile recordó los tiempos en que su madre guardaba la cola en el mismo establecimiento, o le enviaba a él, niño entonces, para “hacer los recados”, alabando asimismo la capacidad de la sal que impregnan el ambiente para “amortiguar las heridas del recuerdo”.