Las salas municipales exponen otra Pasión

Luis Amo
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'Reproducciones de la pasión', 'Chagall. Y la Biblia' y 'La semana santa de Luis Laforga' están en la sala del Calderón, Las Francesas y la Casa Revilla

Exposición en la Sala del Calderón sobre 'Reproducciones de la Pasión'. - Foto: Ical

Pasión y originalidad. Estas son las características comunes de las tres exposiciones del Ayuntamiento de Valladolid relacionadas con la Semana Santa. Las salas municipales delTeatroCalderón, de la Iglesia de las Francesas y de la Casa Revilla acogen, respectivamente, ‘Reproducciones de Pasión’ de la Junta de Cofradías (hasta el 20 de abril), ‘Chagall. Y la Biblia’ (hasta el 18 de mayo) y ‘La Semana Santa de Luis Laforga’ (hasta el 4 de mayo). Escultura, pintura, grabados, pequeños retablos, documentos y fotografías integran las tres muestras que están abiertas al público, en horario de mañana y tarde, de martes a domingo, y que enseñan didácticamente sobre la frontera entre la obra original y la reproducción; más de cien grabados originales de Chagall que se muestran por primera vez en España;y el archivo fotográfico de las cofradías y procesiones vallisoletanas a través del objetivo de Laforga.

Reproducciones de la Pasión.

Grabados de Chagall en la exposición de Las Francesas.Grabados de Chagall en la exposición de Las Francesas. - Foto: Ical Para esta muestra se han seleccionado mas de una treintena de obras que, además de mostrar los distintos tratamientos, presentarán otros aspectos relacionados, como la investigación o la documentación, que se complementarán con paneles explicativos. Y es que la frontera entre la obra original y la copia queda muchas veces confusa, porque hay un margen para que el artista aporte su propio carácter al resultado. En el arte religioso en general y, el relacionado con la Semana Santa en particular, las representaciones se suelen ceñir a la repetición de tipos y composiciones establecidos o popularizados, tal y como explica su comisario, Andrés Álvarez Vicente.

«Las modas y estilos imperantes obligaron a los artistas a someter su creatividad, alcanzándose con ello una gran uniformidad en lo estético y lo técnico, lo que no quita para que valorado en su conjunto el resultado se pueda considerar extraordinario, manifestó al tiempo que remarcó que, en cualquier caso, la copia tiene un valor intrínseco que no se puede dejar de lado y que en muchos casos ha permitido que llegaran hasta nosotros obras que de otra forma no conoceríamos. Por ejemplo, poca información tendríamos de la escultura griega si no hubiera sido por la labor copista de los romanos.

Precisamente, en la Sala de Exposiciones del Calderón podrán verse tanto las relaciones iconográficas en obras originales sometidas total o parcialmente a estos dictados, como reproducciones de distintas épocas en diversos materiales y técnicas, así como la evolución en los procedimientos que ha empleado el hombre hasta nuestros días para llevarlas a cabo. Una manera diferente de mirar el arte religioso mostrando tanto obras originales como copias y reproducciones de distintas épocas. «Una visión a caballo entre la técnica y la valoración artística que nos permitirá acercarnos a los aspectos menos conocidos de la producción escultórica, en la que artistas conocidos como Juan de Juni o Claudio Cortijo, compartirán escenario con la visión que se ha tenido con posterioridad de sus obras en distintos formatos y soportes», ultimó.

La Pasión de LUis Laforga, en la Casa Revilla.La Pasión de LUis Laforga, en la Casa Revilla. - Foto: Ical

Chagall.

La Sala de las Francesas presenta por primera vez en España mas de un centenar de grabados originales del genial artista. A lo largo de su carrera, Marc Chagall realizó distintas ilustraciones entre ellas La Biblia. Así, este conjunto se compone de 105 obras grabadas al aguafuerte y como su titulo indica ilustra episodios bíblicos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Al igual que las otras ilustraciones que ejecutó, como Almas Muertas de Nicolás Gogol y Las Fabulas de la Fontaine, estas obras fueron encargadas por el marchante de arte Ambroise Vollard. Fue en 1923 cuando conoce a Vollard (1866-1939) uno de los personajes claves con el que se relacionó en el París de entreguerras.

Esta serie es una de las más importantes que este maestro del siglo XX ejecutó. Chagall no quería que se le considerará un artista judío ya que su visión universal le llevaba a ver más allá de una creencia determinada para abandonarse al misticismo de los textos bíblicos. Y eso precisamente es lo que podemos ver en esta serie que se compone de más de un centenar de obras y que recoge los pasajes más conocidos de La Biblia. Así, estaremos ante escenas tan conocidas como La creación del hombre, La liberación de Jerusalén o El Sueño de Salomón. Por supuesto todas estas obras poseen el espíritu de Chagall. Es decir, las concibe con su estilo único y dota a las imágenes de una gran expresividad. Ya en 1908 el artista introdujo a Cristo en su pintura por primera vez, el mismo habla de ese tema en 1977 en una conferencia: «Para mí, el Cristo ha simbolizado siempre el tipo mismo del mártir judío. Así lo comprendí en 1908, cuando empleé por primera vez esta figura. […]».

Fotografías.

Entre 2001 y 2012, coincidiendo con el inicio de la técnica digital, Luis Laforga fotografió cada año la Semana Santa de Valladolid, creando así un archivo gráfico de considerable valor documental, en el que se recoge más de una década de manifestación religiosa, cultural y humana de nuestra ciudad. De entre todas estas imágenes, recogidas en varias muestras previas, se han seleccionado algo más de sesenta, que conforman esta exposición antológica del artista vallisoletano, cuando se cumple ahora el primer aniversario de su fallecimiento.

El recorrido fotográfico que se podrá visitar es una singular manifestación del estilo personal de Laforga a la hora de transmitir la realidad por medio de la contención y la intensidad que transmiten los gestos, las miradas y los detalles. Para ello, el fotógrafo huye de la foto evidente y busca reflejar los sentimientos y expresiones de quienes observan o participan en las procesiones. Pero esta captación de la parte más humana no sólo es fruto de un trabajo basado en la experiencia, sino también de una esmerada edición final, que combinados ofrecen un resultado final en el que estética y sensibilidad se fusionan para dar difundir uno de nuestros principales valores culturales, la Semana Santa de Valladolid.