Ni Carlo Ancelotti ni Edgardo Bauza tocaron el dibujo de sus equipos respecto a las semifinales. El único cambio en ambas formaciones fue la entrada del colombiano James Rodríguez por el español Asier Illarramendi en el medio del campo del Real Madrid.

Arropado por todos los aficionados locales, el conjunto blanco salió a dominar el partido y su primera ocasión llegó cuando no se había cumplido el primer minuto de partido. Sin embargo, el bloque español era dueño de la pelota, pero no conseguía llegar con claridad a la meta de Sebastián Torrico. Solo lograba disparar desde fuera del área. De hecho, por momentos, se vio a un conjunto blanco nervioso, sobre todo, por la dureza defensiva de su rival.

Héroe del Real Madrid al marcar en el minuto 93 de la final de la Liga de Campeones ante el Atlético, Sergio Ramos llevó la tranquilidad a los suyos, al superar en la marca al veterano Mario Yepes y rematar al fondo de las redes.

El balance al final de la primera parte era desolador para San Lorenzo: el Real Madrid disparó siete veces a puerta y lanzó cuatro córners, mientras que los sudamericanos no habían pisado el área de Íker Casillas.

Nada más comenzar la segunda parte, un error de Torrico a un disparo de Bale puso prácticamente fin al sueño de los cerca de 10.000 hinchas argentinos que había en el estadio. El galés, autor del tanto decisivo en la final de la Copa ante el Barcelona, recibió de Isco dentro del área y, sin pensarlo, disparó al centro de la portería. Al arquero se le escapó la pelota por debajo del brazo y el segundo tanto subió al marcador.

Dos minutos después llegó el primer tiro de San Lorenzo en todo el partido. Fue Enzo Kalinski el que probó desde fuera del área, pero el balón terminó en las gradas. Con el partido en el bolsillo, el conjunto ‘merengue’ se creció, sobre todo, a través de la figura de Cristiano Ronaldo, al que se le vio alterado por irse de Marruecos con su balance goleador a cero. Sin embargo, el marcador no se movió.