Argüello aboga por un 'Plan Marshall' para los migrantes

D. V.
-

El obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, ha abogado por que la UE ponga en marcha un 'Plan Marshall' "hacia fuera y hacia dentro" para ayudar a migrantes en sus países de origen pero también por "acoger" a personas en zonas despobladas.

Argüello, en el marco de una rueda de prensa para presentar los principales datos de Cáritas Castilla y León, se ha expresado así en referencia a la cumbre europea para abordar el problema de la inmigración, informa Europa Press.

  El obispo auxiliar de Valladolid ha señalado que el asunto de los migrantes es "como un fuerte timbre de alarma" de una situación más global en la que se mezclan distintos factores que van desde una distribución "muy injusta" de reparto de la riqueza, pero también guerras y conflictos en los países de origen, donde la Iglesia considera que se debe intervenir con la atención a los problemas que allí hay. 

  A ese respecto, ha señalado las palabras del Papa Francisco, quien ha abogado por una especie de 'Plan Marshall' para los países que lo necesiten, precisamente por ser algo de la que los europeos se beneficiaron tras la Segunda Guerra Mundial y en un momento en el que hay muchos muertos por conflictos bélicos. 

  Sin embargo, se ha referido a Castilla y León como tierra "envejecida y despoblada" y ha pedido pensar e Europa este tipo de territorios como un espacio de acogida en regiones despobladas, pero no sólo para proporcionar vivienda, que hay muchas casas vacías, sino con la generación de "modos de vida". 

  Argüello también ha apuntado la existencia de las mafias, que hacen negocio con el sufrimiento de la gente y cree que, además de una intervención de tipo policial o militar, quizá sería más efectiva una intervención financiera. 

  Tras recordar que aunque hay una problemática "estructural" hay "rostros" de personas que se encuentran en el medio del mar con el riesgo de ahogarse, ha abogado por crear "conciencia" de acogida del otro porque no ve tan raro que si se produce una acogida "indiscriminada" y no se tienen en cuenta las injusticias pueden surgir "populismos" que alientan el "miedo al extraño". 

  Además, ha advertido de que muchos aspectos de la dificultad de acogida se deben a que hay un miedo a acoger al extraño porque Europa ha perdido, a veces "pensando que ponía una pica en Flandes", rasgos de identidad cristianos y de la tradición greco-romana. 

  Así, considera que "cuesta" entenderse con personas de otras identidades y ha señalado que no se "dialoga" metiendo "sin más" lo que separa "en el armario" sino poniendo sobre la mesa cada cual lo que le parece lo bueno de su cultura y ha apostado por generar "cultura de acogida".