El Ayuntamiento no quiere borrones urbanos en el centro de Valladolid. La Concejalía de Urbanismo eliminará, en breve, cuatro andamios que llevan más de una década sujetando las fachadas de otros tantos edificios en ruina, pero con un valor arquitectónico que justifica su protección y mantenimiento.

El nuevo concejal del área, Manuel Saravia, ha pedido ya a la empresa encargada de las ejecuciones subsidiarias -las que realiza el Consistorio por inactividad de la propiedad, a la que luego se le cargan los costes de la obra- que desmonte «urgentemente» la estructura que hay en el número 7 de la calle Dos de Mayo y la sustituya por otro en el interior de la parcela. Se trata de evitar los problemas que generan en el tránsito de los peatones, pero también los problemas de salubridad, seguridad y mala imagen.

Este andamio, junto con los que hay en el número 4 de San Martín, el 5 de Fray Luis de León y en el edificio Lucense, en el paseo de Zorrilla, se montaron provisionalmente hace más de diez años, pero por diversas causas no se  afrontaron las obras que estaban previstas en los edificios que sujetan y se han convertido en un «problema específico»  por las molestias que causan tanto al vecindario como a los viandantes. Esto ha motivado que todos ellos hayan sido objeto de distintas denuncias «que han puesto de manifiesto la necesidad de eliminarlos», tal como asegura el concejal de Urbanismo.

Así, el andamio que sujeta la fachada del edificio de San Martín, 4  fue objeto de una queja de la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid (Fecosva) el pasado mes de enero. Este inmueble está declarado en estado de ruina desde el 18 de abril de 2008 y  ahora, ante los indicios de posible colapso, se ha pedido desde la Concejalía de Urbanismo un informe urgente de su estado de conservación, por ver si también cabe una solución semejante a la planteada en Dos de Mayo.

Además, ayer se convocó a la propiedad para analizar la situación y «actuar en consecuencia».
Urbanismo también contactará con los propietarios del edificio ubicado en el número 5 de la calle Fray Luis de León y con los del antiguo Lucense, en el 86-88 del paseo de Zorrilla para pedirles que retiren las infraestructuras que los sujeten y decidir qué solución adoptar.

En estas reuniones se les planteará, por ejemplo, una solución como la que se aplicó en un caso similar, en la misma Plaza Mayor, donde la propiedad optó no por instalar un apeo provisional en el interior de la parcela, sino por construir la estructura definitiva de una primera crujía que agarrase la fachada, de forma que más adelante la nueva edificación aprovechase esa obra, integrándola en su estructura.

En cualquier caso, el concejal de Urbanismo reitera la necesidad de resolver, en breve plazo, una situación completamente anómala que «distorsiona el buen uso de las calles afectadas».