El presidente del Consejo Económico y Social (CES) de España, Marcos Peña, alertó ayer de que el elevado desempleo en el colectivo de personas entre 45 y 64 años no es un hecho «transitorio», sino un «síntoma distintivo» de la sociedad actual. «Cuando la crisis se resuelva, el problema no se resolverá», dijo. Además, añadió que se une a la «bomba demográfica», lo que a su juicio afecta a la «supervivencia» y viabilidad del actual sistema de protección social.
Peña participó ayer en Valladolid en la jornada de presentación del informe ‘La situación sociolaboral de las personas de 45 a 64 años’, junto al presidente del CES de Castilla y León, Germán Barrios. En su intervención incidió en que existe una tendencia al «desfallecimiento de la población activa» en España y de la «calidad» de la experiencia laboral, por lo que se trata de un «problema de fondo» que exige una solución «compleja», según declaraciones recogidas por Ical.
Asimismo, expuso que el paro en este colectivo está vinculado con la manera de producir en Europa, por lo que supone una consecuencia «estructural». Peña, que fue secretario general de Empleo con Felipe González, recalcó que este grupo supone el «núcleo central» de la población activa, por lo que advirtió de que sus riesgos son «enormemente graves» puesto que no solo afecta a la eficacia del sistema social, sino a la «financiación de la protección» que, recordó, garantiza la cohesión social.
A su juicio, España no necesita sólo una población activa de 20 millones, como la registrada antes de iniciarse la crisis en 2007, sino de 21 o 22 millones. E insistió en que el país necesita cinco millones de ocupados más, a pesar de la «tendencia decreciente actual».
Explicó que la región cuenta con 910.000 ocupados frente a 800.000 perceptores. Además, indicó que el colectivo de trabajadores mayores de 45 años, que representa el 40 por ciento de la población activa, es necesario para reforzar la presencia de la mujer en el mercado de trabajo, lo que a su juicio ayudaría también a reducir la carga asistencial.
Peña cifró los parados de entre 45 y 64 años en más de dos millones, de los que el 70 por ciento sólo tiene formación básica y, además, el 53 por ciento, son de larga duración, por lo que son el grupo que más desanimado está y abandona la búsqueda de empleo. También advirtió de que los parados entre 45 y 55 años son el grupo «más delicado» por las dificultades que tienen para acceder a las jubilaciones.
Problema. Por ello, sostuvo que se debe «reconocer el problema, evaluarlo y debilitarlo» con medidas como el programa para la activación del empleo. No obstante, reclamó un plan estratégico a medio y largo plazo que cuente con la dotación «suficiente». También abogó por la «cooperación» y el «compromiso» de todas las partes, así como por la colaboración público-privada, para afrontar este problema que tiene una «gravedad real».
Barrios coincidió en las reclamaciones y medidas . Por ello, sostuvo que son necesarias medidas de choque para buscar una mayor «eficacia» en los recursos disponibles, que se aproveche al «máximo» la colaboración público-privada y que se incremente las fuentes externas de financiación para que estas políticas tengan mayor alcance.