Era una cita a ciegas que terminó sin móvil, sin dinero, sin cita, y casi... sin coche. Es la historia de un hombre, vecino de un pueblo de Palencia, que acudió el pasado 7 de junio hasta Valladolid para una cita a ciegas con una mujer que había conocido por internet y que terminó sufriendo un violento atraco, en el que llegó a sufrir una herida de arma blanca en la zona abdominal. Los detenidos son A.A.J., un delincuente de 27 años con seis antecedentes y que está acusado de ser el autor material tanto del apuñalamiento como del asalto; y C.C.L., la joven de 29 años que sirvió de gancho para el robo. A ambos, y un tercero que ya está identificado pero que aún no ha podido ser detenido, se les acusa de un delito robo con violencia y otro de lesiones. Es más, el juez de guardia decretó el pasado fin de semana el ingreso en prisión de A.A.J.
La detención del ladrón y de la chica se produjo el pasado jueves, después de una investigación de casi un mes llevada por agentes del Grupo III de la Comisaría de Las Delicias. El robo se produjo el pasado 7 de junio en el paseo de Juan Carlos I, justo a la altura de la barriada de Las Viudas.
Presuntamente, C.C.L. llevaba semanas haciéndose pasar por una joven llamada ‘Patricia’ en una página web de contactos, en la que conoció a la víctima, un palentino del que no ha trascendido ni su edad ni tan siquiera el municipio en el que reside. Tal y como C.C.L. reconoció en sus declaraciones ante la Policía, ella formaba parte del engaño y estaba compinchada con los dos ladrones; ella debía concertar esa ‘cita a ciegas’ entre ‘Patricia’ y la víctima, con el único objetivo de robarle su vehículo, un BMW Serie 3.
El plan iba según lo previsto por los ladrones. El palentino, en efecto, se presentó en el paseo de Juan Carlos I con su BMW el día y la hora acordada con ‘Patricia’. Y allí estaba ella, pero lo que iba a ser una ‘cita a ciegas’ rápidamente se convirtió en un atraco. Según detallaron fuentes policiales a este periódico, la chica desapareció en cuanto aparecieron los ladrones, que cuchillo en mano, le exigieron la cartera, el móvil y, por supuesto, el coche; ahí opuso resistencia y llegó la agresión con arma blanca, la huida y, ahora, el arresto.