María Calvo defiende la educación diferenciada para solucionar el fracaso escolar y la violencia en las aulas

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La experta en materia educativa destaca las diferencias de aprendizaje entre los niños y las niñas y defiende la necesidad de potenciar las habilidades de cada sexo

María Calvo defiende la educación diferenciada para solucionar el fracaso escolar y la violencia en las aulas

La presidenta de la European Association of Single-Sex Education (EASSE) y profesora titular de la Universidad Carlos III en el área de Derecho administrativo, María Calvo, defendió ayer en Valladolid la educación diferenciada para solucionar problemas en el sistema educativo como el fracaso escolar y la violencia en las aulas.

Calvo recordó, a modo de introducción antes de comenzar su charla organizada por la Fundación Schola, que existe una “gran crisis de los varones” en materia educativa. Y lo sustentó con datos como que el fracaso escolar está más extendido entre los niños, puesto que el 41 por ciento de los chicos no acaba la Educación Secundaria mientras que ese porcentaje baja hasta el 29 por ciento en las niñas.

Pero también, con la realidad de que los chicos repiten el doble que las chicas. E incluso con el hecho de que tres de cada cuatro expedientes disciplinarios pertenecen a los varones, lo que que luego se traduce en que el 60 por ciento de los alumnos universitarios es mujer, al igual que en los posgrados.

La también autora de obras en el ámbito educativo como 'Iguales pero diferentes', 'Guía para una educación diferenciada, 'Masculinidad robada', 'Educando para la igualdad' y 'Padres destronados' fue la invitada a la mesa redonda organizada por la Fundación Schola. Esta experta destacó las diferencias sexuales en el aprendizaje y, así, por ejemplo, mencionó los estudios científicos que hablan de las características propias del cerebro femenino y masculino.

Aseguró que las niñas maduran antes, física y cerebralmente, que sus compañeros varones y que tienen más habilidades lingüísticas y destreza verbal, cualidades que, a su juicio, hay que potenciarlas con la diferenciación en las aulas. “No comprender esto por parte de los niños crea frustración y es una de las causas que en los primeros años de Primaria ya haya chicos que piensen en tirar la toalla o crean que estudiar es cosa de niñas”, reflexionó.

En definitiva, se mostró como una firme defensora de optimizar el rendimiento de los alumnos por sexos. “Las personas que han acudido a aulas diferenciadas tienen más seguridad en sí mismas al crecer sin la presión del sexo opuesto y cuentan con una personalidad más configurada”, aseveró.

Calvo consideró un error “frenar” ese ritmo de aprendizaje, incluso en niveles del Bachillerato, una etapa educativa, por contra, en que los adolescentes varones tienen más destreza con las matemáticas y más desarrollado el sentido de la orientación. Incluso, relacionó este hecho en que sólo el 24 por ciento de las mujeres opte por estudiar carreras relacionadas con ingenierías.

Diferencias neurológicas

“Hay diferencias neurológicas claras que justifican el modelo escolar diferenciado, que presenta ventajas demostradas”, precisó. Igualmente, María Calvo lamentó que España -a diferencia de otros países como Alemania, Estados Unidos o Australia- no permita a los padres la libertad de elección del tipo de educación que deseen para sus hijos, pese a ser un derecho fundamental. "Además, es algo que solo está reservado a las familias que pueden permitirse el lujo de pagar un colegio privado", aseveró.

No en vano, recordó que la educación diferenciada en España no llega al uno por ciento de los centros y ninguno de ellos es público. Además, denunció que muchos centros hayan abandonado este tipo de formación por miedo a perder el concierto que mantienen con la administración pública.

“Esto tiene que ver con la eficacia y los resultados prácticos y no con la ideología o la religión”, reflexionó. En cambio, en Australia hay más colegios públicos diferenciados que mixtos.

María Calvo defendió la separación de niños y niñas, solo, en las aulas. “No se trata de aislarlos y mucho menos en la época actual donde, gracias a las nuevas tecnología, hay un contacto continuo entre sexos”, manifestó durante la charla. Pero también mencionó la “sobresaturación” de la socialización en los colegios mixtos, donde no hay lugar para el aislamiento y para relacionarse con personas de su mismo sexo. Además, destacó el papel clave de las familias a la hora de educar en valores, igualdad y reparto de tareas.