La edil de Educación achaca a un «error» el uso de la tarjeta de UGT

M.R.I. / E.P.
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Victoria Soto asegura que devolvió las cantidades de las compras que hizo con esa tarjeta y también apuntó que dado a su «despiste» pagó cargos del sindicato con la suya personal

La exsecretaria regional de la Federación de Enseñanza de UGT y actual concejal de Educación, María Victoria Soto, reiteró ayer que ha devuelto todas las cantidades de las compras que realizó «por error» con una tarjeta del sindicato entre 2010 y 2015, aunque no tiene soporte documental de todas las facturas.

Soto se defendió antes los medios de comunicación y matizó las informaciones sobre la investigación abierta por su exsindicatos sobre los presuntos pagos irregulares realizados con la tarjeta de UGT, para cuyo uso estaban autorizadas tanto ella misma como la secretaria de Administración de FETE-UGT.

  La edil socialista entregó a los medios de comunicación una copia de un informe sobre la justificación documental de los reintegros que ya ha realizado, que encargó ella el pasado mes de marzo a una asesoría fiscal. En el documento aparece la relación de los once pagos con la tarjeta que supuestamente investiga el sindicato por tener sospechas de que sean consecuencia de una utilización irregular de la misma.

  Soto, por su parte, recalcó que estos pagos se deben a «errores» consecuencia de que es «muy despistada» y apostilló que es algo que puede confirmar «cualquiera que me conozca». Y en su forma de ser basó la justificación de por qué se confundió en todas estas ocasiones en el uso la tarjeta del sindicato, que aseguró era del mismo color de la suya personal.

  La concejal de Educación aseguró que  entregó estas cantidades a su secretaria para que ella realizara los ingresos en la cuenta de UGT en el Banco Popular, si bien éstos se producían con una diferencia de incluso hasta diez meses. Soto explicó que fue ella misma la que se dio cuenta de los errores todas las veces y aclaró que el retraso que se registró en algunos abonos se debe «a la persona a la que daba el dinero».

  El informe externo que encargo Soto, que también fue trasladado el pasado mes de marzo a UGT, recoge un total de once pagos realizados entre octubre de 2010 y el 29 de septiembre de 2015, tres días después de que presentara el cese en el cargo de secretaria de FETE-UGT.

  El coste total de los mismos es de 3.372 euros y se realizaron en establecimientos como la Apple Store de Rio Shopping -incluyen un iPad, y dos iPhone 5s adquiridos en distintas ocasiones entre enero de 2014 y enero de 2015-, Calzados Naike, El Corte Inglés, Boutique Dandara, ‘Agued&Co’ o la tienda de instrumentos musicales Videoson.

Baja en UGT. Soto explicó detalladamente la compra en Videoson, que aseguró se corresponde con un tambor para las manifestaciones del sindicato, algo que también está certificado en un documento firmado por el actual secretario general de FETE-UGT, así como el pago en una tienda realizado tres días después de su salida del cargo, realizada un domingo, de la que relató que fue su marido quien le advirtió de que posiblemente había utilizado la tarjeta del sindicato para pagar 250 euros.

  Soto añadió que su cónyuge, que estaba presente en la rueda de prensa, acudió «al día siguiente» al sindicato para devolver la tarjeta y entregar la cantidad correspondiente, que no se ingresó en la cuenta hasta el 11 de diciembre de 2015, más de dos meses después.

  El documento de la Asesoría considera también justificadas las devoluciones de 200 euros el 24 de enero de 2011 por una compra realizada el 31 de octubre de 2010; de 80,98 euros ingresados al sindicato el 17 de enero de 2013 con motivo de un pago del 31 de abril de 2012; así como un ingreso del día 21 de marzo de 2014 correspondiente aparentemente a dos compras cargadas en la tarjeta en julio de 2013 por valor, respectivamente, de 79 y 344,25 euros.

  El resto de los pagos, por más de 2.200 euros, no tendrían ni soporte documental ni ingresos bancarios que puedan corresponderse con las cantidades, aunque subrayó que también las devolvió. «Estoy segura de que no todo lo que pagué con la tarjeta lo he devuelto», aseveró.

  La edil defendió que lleva afiliada a UGT desde hace 30 años y que ha tenido una tarjeta ligada al sindicato desde hace 15, durante los cuales no ha tenido «problema» con su uso hasta que hace cinco años le cambiaron la tarjeta por la que era muy similar a la personal. Soto añadió que ya dio explicaciones de la situación al alcalde e incidió en que desconoce por qué se ha dado a conocer la investigación que UGT abrió hace meses. En todo caso, considera que «esto no tiene nada que ver» con su actuación como concejal, por lo que no entiende que deba dejar el cargo municipal.