Detenido un estudiante de Magisterio y su novia por traficar con hachís desde una casa de San Pedro Regalado

A.G.M.
-

La Policía registró el viernes su vivienda de la avenida de Santander y se incautó de 200 gramos de hachís y varias armas prohibidas

Material intervenido por la Policía en la Operación Tiki Taka. - Foto: El Día de Valladolid

Detenida una pareja acusada de traficar con hachís en el Campus Miguel Delibes y en los barrios de La Rondilla y San Pedro Regalado, donde la Policía efectuó, a finales de la pasada semana la llamada Operación Tiki Taka, en la que se lograron decomisar 200 gramos de hachís.

La operación fue desarrollada por agentes del Grupo VIII de la Brigada de Policía Judicial y servía para poner punto y final a varias semanas de vigilancias llevadas a cabo en distintos puntos de Las Delicias y La Farola -los anteriores domicilios de los detenidos- y que concluyeron el pasado viernes en la avenida de Santander, en San Pedro Regalado. Previamente, el jueves, se llevó a cabo el arresto de la pareja en un bar de la zona de La Antigua, donde, según la Policía, estaban traficando.

El ‘Zorreras’. El registro de la casa de los presuntos camellos se prolongó durante toda la mañana y acabó con la detención de un hombre de 28 años, identificado por las iniciales A.G.L. y conocido en el mundillo por el sobrenombre del ‘Zorreras’, según informaron fuentes del caso a este periódico; y de su novia, de 29 años, con las iniciales A.V.G. Ambos quedaron en libertad con cargos, acusados de un delito contra la salud pública. En el registro, además de los 200 gramos de hachís -en bellotas-, se encontraron dos gramos y medio de cocaína, útiles para preparar y comercializar las drogas y varias armas prohibidas: una navaja de mariposa, una pistola simulada, puños americanos y aparatos de electrónica.

Los investigadores del Grupo VIII acusan a ‘Zorreras’ de valerse de su condición de estudiante universitario (estudia Magisterio) para «contar con una amplia agenda de clientes entre los que distribuía la droga, aprovechando eventos o fiestas señaladas», tal y como detallaron ayer fuentes de la Comisaría Provincial a través de un comunicado. «Mientras, la mujer, participaba activamente en dicha actividad de tráfico, aprovechándose  de su trabajo en locales de ocio», añadieron estas mismas fuentes. Abarcaban, por tanto, muchos puntos de la ciudad y solían cambiar con frecuencia de domicilio.

«Durante la investigación los agentes constataron numerosas entregas de droga -básicamente, traficaban con hachís- en bares y centros comerciales, en donde se citaban con personas que venían incluso de fuera de la ciudad».