Las intensas lluvias caídas durante los últimos días y la crecida de ríos como el Arlanza han hecho incrementar el caudal del río Pisuerga a su paso por Valladolid hasta los 598 metros cúbicos por segundo a las 11.00 horas de este lunes, cerca de los 619 m3/s establecidos como nivel de alerta por la Confederación Hidrográfica del Duero.
Según los datos que ofrece el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), el nivel se ha incrementado ligeramente durante la noche y las aguas han cubierto ya algunos de los embarcaderos y paseos fluviales situados en la parte más baja de las riberas.
Cabe recordar que los niveles de alerta en Valladolid están establecidos por la CHD en 619 metros cúbicos por segundo y de alarma, con 935 m3/s.
No obstante, la crecida no llega a los niveles que alcanzó el Pisuerga a finales de marzo del pasado 2013, con 1.025 metros cúbicos por segundo en la última gran avenida de la vía fluvial, y, mucho menos, al máximo histórico del río registrado a su paso por la capital vallisoletana, con 2.340 m3/s en marzo de 2001.
No obstante, el pasado mes de marzo, además de ser frío, fue extremadamente húmedo hasta el punto de que fue el mes de marzo que más llovió desde que la Agencia Estatal de Meteorología tiene datos registrados (1956).
Como consecuencia de la meteorología, hace nueve meses el Pisuerga sí que llego a rebasar el nivel de alerta y de alarma. Pero el suceso más grave se produjo cuando una persona se percipitó al agua en la tarde del 1 de abril a la altura del puente de Isabel la Católica.
Los equipos de emergencia estuvieron buscando al hombre durante más de dos semanas. Finalmente, el subdelegado del Gobierno, José Antonio Martínez Bermejo, confirmó que el cadáver rescatado el día 19 de abril en el río Pisuerga era el del joven de 19 años desaparecido. El cuerpo salió a flote a la altura del barrio de Arturo Eyries.
Los equipos de emergencia estuvieron rastreando el río desde el día de su desaparición, a pesar de que en un principio las labores de búsqueda se complicaron por las numerosas precipitaciones de esos días y la crecida del río Pisuerga.