El indulto de la vergüenza

SPC
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Un 'patinazo' de la delegada del Gobierno deja ver que sería partidaria de dejar libres a los líderes del 'procés' si son condenados y «lo piden»

Globo sonda o no, el frente independentista catalán obtuvo ayer una simbólica victoria. Ylo curioso es que, en esta ocasión, no fue por culpa de un juez de un Estado federado alemán de nombre impronunciable, un magistrado belga, un cantante eufórico o un político extranjero metepatas. No. Fue la mismísima delegada del Gobierno en la región, Teresa Cunillera, la que provocó un auténtico terremoto político al mostrarse partidaria, en una entrevista en la radio pública regional, de que se indulte a los líderes independentistas, en caso de que sean condenados por el Tribunal Supremo, aunque recordó que «tienen que pedirlo».

Tras declinar pronunciarse sobre si los cabecillas de la secesión deberían estar en prisión preventiva, invocando su absoluto respeto por la independencia judicial, insistió en que el Gobierno no puede interferir en el trabajo de la Fiscalía, pero apoyó un posible indulto: «Si se pide, soy partidaria, claro, pero tienen que pedirlo, ¿eh?».

Cunillera también celebró que el Gabinete de Pedro Sánchez haya permitido que «el ambiente, la atmósfera en Cataluña, entre los ciudadanos, sea mucho más tranquila» y haya abierto «una expectativa en positivo» de un entendimiento entre los ejecutivos español y catalán y de una «convivencia mejor».

En ese sentido, apuntó que el Ejecutivo socialista está ofreciendo «un ambiente diferente a la hora de pactar, de dialogar, sin imposiciones», aunque, a su parecer, las demandas que plantea el presidente de la Generalitat, Quim Torra, «no las contempla la Carta Magna y es imposible incluirlas en un ámbito constitucional».

«Nosotros ofrecemos una reforma de la Constitución, una profundización en el autogobierno de Cataluña. Ofrecemos cosas que de entrada el Govern de la Generalitat dice que no, pero creo que en general ellos saben que éste es el camino», recalcó.

En la línea de tolerancia, la representante del Ejecutivo en Cataluña descartó que vuelva a activarse el artículo 155 «si no se quebranta la ley», aunque precisó que, «de lo contrario, todo está abierto».

Respecto a la polémica por la filtración de correos de jueces críticos con el procés, la ilerdense afirmó que no le «gustó» leer ese tipo de opiniones, aunque puntualizó que éstas se publicaron en un «chat privado. Si lo pusieran en un auto sería diferente», concluyó.

Las palabras de Cunillera sobre el supuesto indulto consiguieron revolver las tripas hasta de sus compañeros de partido, si bien tuvo que recular horas después y matizar que cualquier «especulación» sobre lo que suceda una vez se dicte la sentencia del procés sería «prematura».

También al poco tuvo que salir a la palestra la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, para puntualizar en el revuelo que «desde el Gobierno, expresamos todo el respeto a las decisiones judiciales y, en cualquier caso, no anticipamos escenarios que no sabemos cuándo se darán y si se darán». «No hago valoraciones sobre declaraciones, lo que digo es que nuestra posición es respetar la independencia del poder judicial, dejarlos trabajar y no avanzar escenarios», reiteró. Preguntada por una posible condición en la negociación de los Presupuestos Generales, la socialista señaló que estos se negocian «en los términos que se ven reflejados» y avanzó que serán unos presupuestos que priorizarán las políticas sociales. 

«Los partidos políticos harían bien en decidir su voto en función del contenido», zanjó. 

También respondió al patinazo la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien aseveró que «no ha lugar» para hablar de posibles indultos a los políticos independentistas en Cataluña que están encarcelados cuando aún no se han celebrado los juicios por el procés.