La Guardia Civil ha asestado en Pedrajas de San Esteban el mayor golpe al tráfico ilegal de piñas de los últimos cuatro años: un camión cargado con 30.000 kilos.

La única persona detenida por su relación con esas 30 toneladas de piña presuntamente sustraída es un lisboeta de 40 años de edad identificado como J.T.A.L. y al que una patrulla le sorprendió en el momento justo en el que trataba de vender toda la mercancía en una fábrica del sector ubicada en el municipio pedrajero. El camión, tal como detallaron fuentes de la Comandancia de Valladolid en un comunicado de prensa, estaba ya en la puerta cuando se produjo el arresto.

La Guardia Civil le sorprendió a bordo de su vehículo, aún con el remolque cargado de piñas, y el ahora detenido no pudo acreditar la procedencia de las mismas. El camión se llevó a la báscula de la propia fábrica y arrojaron ese peso final de 30.000 kilos de piñas piñoneras, con un valor cercano a los 30.000 euros.
 

Robadas en Portugal. El equipo de investigadores que se ha hecho cargo del caso se puso luego en contacto con sus homólogos de la Guardia Nacional Republicana de Portugal (GNR) y, tal y como se sospechaba,  se descubrió que, en efecto, la 30 toneladas habían sido sustraídas en pinares de Portugal en las últimas semanas.

La Guardia Civil sospecha que el arrestado formaría parte de un entramado más amplio dedicado al robo de piñas en Portugal y que luego se iría dando salida en las fábricas.

El asestado en Pedrajas es el mayor golpe al mercado negro de las piñas desde que en diciembre de 2011 se detuvo a 15 personas y se imputó a 16 por su relación con un alijo de 150 toneladas.