La pobreza afecta ya a uno de cada seis castellanos y leoneses

Santiago González / Valladolid
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Un informe de Cáritas alerta de que el 16 por ciento de la población está en riesgo de exclusión, mientras que 128.000 ya viven en pobreza extrema

Una mujer busca alimentos y otros objetos dentro de las bolsas de basura en una calle de la capital vallisoletana. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

Un informe de Cáritas alerta de la grave situación social de Castilla y León, donde los hogares afectados por problemas de privación material y pobreza monetaria han aumentado casi un 50 por ciento durante los últimos años. La Comunidad, en mejor situación que la media nacional, cuenta con 400.000 personas en riesgo de exclusión (un 16 por ciento de la población), de las que 128.000 se encuentran en pobreza extrema.

Empleo, vivienda y aislamiento social son los factores que más afectan a los castellanos y leoneses, según el informe sobre exclusión y desarrollo social en Castilla y León, elaborado sobre más de 600 encuestas por la Fundación Foessa y Cáritas.

Francisco Lorenzo, coordinador del informe y responsable de Estudios de Cáritas, destacó que la crisis ha producido una «dualización» y «polarización» social por el que los más pobres disponen de menos recursos y sufren «pérdida de centralidad» en la toma de decisiones, a diferencia de los más ricos. La investigación confirma que los recortes en servicios sociales y bienestar, llevados a cabo desde 2010 como consecuencia de las políticas de austeridad de los gobiernos españoles, son «incompatibles» con los objetivos europeos para la reducción de la pobreza.

A pesar de ello, la mitad de los hogares de la Comunidad no están afectados por ninguno de los indicadores de exclusión. Esta es una de las fortalezas detectadas en Castilla y León, ya que en España el porcentaje de hogares en situación de integración social plena es el 34 por ciento, una «estricta minoría».

Respecto al empleo, uno de los indicadores más influyentes para determinar la exclusión social, los autores del informe hablan de una «generación hipotecada». La tasa de paro, a pesar de que en Castilla y León es inferior a la de España en todos los sectores, es especialmente preocupante entre los más jóvenes (49,7 por ciento de la población menor de 25 años) y también entre los que llevan más de un año sin trabajo (el desempleo de larga duración alcanza al 57,5 por ciento de los parados).

A los datos estrictamente laborales se añade que la vulnerabilidad de la juventud, por ello sufren más las familias en las que hay muchos niños y jóvenes. Los datos señalan que el 35 por ciento de los jóvenes vive en hogares excluídos y que un 27 por ciento de los que no tienen empleo están fuera del sistema educativo.

Aislamiento social. Una particularidad con la que cuenta Castilla y León es el aislamiento social, que viene marcado por la ruralidad de la región. Mientras que el apoyo social personal y familiar constituye uno de los factores de protección e inserción más importantes para quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad y/o exclusión, un 13,6 por ciento de las personas que viven solas carecen de este pilar. Ellas manifiestan además no tener familia ni nadie en quien apoyarse para situaciones de enfermedad o de dificultad.

Finalmente, el presidente autonómico de Cáritas, Fernando Carrasco, reconoció que la situación que dibuja el informe Foessa ofrece elementos para la preocupación como los efectos de la crisis en la estructura social del país pero también para la esperanza con la participación social, la solidaridad, el voluntariado y el apoyo de las redes familiares, que aunque con cierto riesgo de debilitamiento, suplen en muchos casos la retirada de los mecanismos de apoyo de las políticas públicas. Los autores del estudio consideran que éstas son «fortalezas» para la necesaria regeneración.