La empresa Aguas de Valladolid estrena estos días en la capital una «tecnología muy novedosa», según fuente de la propia compañía, para efectuar los trabajos de rehabilitación del colector de San Benito. Este sistema ofrece la ventaja de no necesitar «abrir zanjas» en las calles afectadas.
Así estas obras, que ayer realizaban los operarios de la firma concesionaria del servicio municipal de agua y saneamiento, y que provocaron cortes puntuales de tráfico entre la plaza de Poniente y la de la Rinconada, consistieron en la restauración de unos 60 metros de la tubería de saneamiento del colector, que recoge la totalidad de las aguas residuales que se generan en las viviendas de esta céntrica zona que, además, constituye una de las principales arterias de la red municipal de saneamiento.
«Se ha empleado un sistema de rehabilitación, con tecnología muy novedosa, mediante manga reversible, especialmente indicado para conducciones con grietas, roturas y fugas», aseguran desde la propia Aguas de Valladolid. «Con este sistema de rehabilitación sin juntas, se crea una tubería dentro de la tubería dañada. La manga instalada queda adherida a las paredes de la tubería, dotando a la conducción de estanqueidad, deteniendo la penetración de raíces y solucionando la erosión interior del colector», explicaron a El Día de Valladolid los responsables del proyecto.
Estos trabajos, que durante estos días han llamado la atención de vecinos y viandantes por el dispositivo desplegado en la zona, que incluía el despliegue e una gran grúa, se diferencian de los sistemas tradicionales que se utilizan para la ejecución de estas obras porque para la rehabilitación de las conducciones se utiliza una manga reversible. Además de no abrir una zanja, ya que el procedimiento se realiza dentro del propio terreno, rehabilitando la tubería existente, también garantiza una mejora en el funcionamiento del sistema.
Y es que con estas obras de mantenimiento también se consigue mejorar la capacidad hidráulica, además de «incrementar la resistencia mecánica de la conducción y mejorar la resistencia a las aguas residuales agresivas», según los técnicos de la empresa. Además, desde Aguas de Valladolid se destaca que con esta nueva tecnología se reducen ostensiblemente las molestias para los ciudadanos y el tráfico al evitar la apertura de zanjas en la ciudad, a la vez que se aumenta la seguridad de los trabajadores, se acorta el tiempo de ejecución de obra y se minimizan los problemas ambientales.
Mantenimiento. Estos trabajos de rehabilitación estaban previstos dentro de los programas de mantenimiento de las tuberías de agua potable y de los distintos colectores de la capital que realiza la concesionaria para el Ayuntamiento de Valladolid. «Pero en concreto, esta reparación era necesaria dado el avanzado estado de deterioro y erosión que presentaba el colector», se informa desde la empresa.