La enésima batalla en la ACB

Manuel Belver
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El famoso equilibrio patrimonial en 2009, los tránsfer de la pasada campaña, la prórroga a Menorca de hace unas semanas... y ahora el Fondo Especial de Garantía Salarial, escollos del CB Valladolid

La enésima batalla en la ACB

El CB Valladolid parece vivir una yinkana continua en su camino en la ACB. No ha tenido un año tranquilo desde que pisase, por primera vez en su historia, la LEB.

Siempre con José Luis Mayordomo al frente, la entidad morada ya vivió un verano de 2009 convulso por los estrictos requisitos pedidos por la ACB; pasó una primera temporada en la máxima categoría condiciona por los cupos y el pasaporte que nunca llegó de Barnes, aunque encontró apoyo económico en su patrocinador, Blancos de Rueda; en la segunda se vio abocado a entrar en concurso voluntario de acreedores (octubre de 2010) y a vivir con la espada de Damocles de las penurias económicas; y en esta última campaña, a pesar de salir del concurso en diciembre de 2011, los impagos con los jugadores han sido una constante (desde la ACB se habla de denuncias por valor de 609.000 euros), que ha acabó con un descenso deportivo aunque con la opción de mantenerse en los despachos. La lucha por la prórroga a Menorca, con amenaza de ir a los tribunales por ello, y ahora la exigencia de reponer el Fondo Especial de Garantía Salarial, han sido el ¿último? capítulo.

Todo comenzó en 2009, después de pasar un año por la LEB tras 25 seguidos en la ACB. La Asociación comenzó a poner trabas al CB Valladolid con su equilibrio patrimonial. Primero al solicitarle los 1,8 millones de canon por el ascenso (los puso el Ayuntamiento), luego al señalar que los 2,8 millones que pagó el club en su día para fundar dicha competición no podían ser parte del activo del club; para terminar exigiendo un aval que llegó, de nuevo de la mano del Consistorio, gracias a la cesión de la explotación del polideportivo Pisuerga por 50 años. Todo con el fin de justificar un «equilibrio patrimonial» ante la ACB y cumplir con todos los requisitos para poder jugar en dicha competición. A lo largo de la temporada, las nacionalizaciones de Van Lacke y Barnes ‘marcaron’ jornada a jornada las convocatorias de Fisac.

La campaña 2010-11 estuvo marcada primero por la reducción en el presupuesto para fichajes y luego por la entrada en el concurso de acreedores tras reconocer una deuda de 8 millones. A pesar de los problemas económicos, la plantilla morada, bajo la batuta de Fisac, firmó la mejor actuación en una primera vuelta, entrando como cabeza de serie en la Copa del Rey y rozando el play off por el título.
El último verano, el de 2011, arrancó con una nueva reducción presupuestaria, con el culebrón Fisac y con el lío de los transfer, que llevó al juzgado número uno de lo mercantil de Valladolid a aplazar el primer encuentro liguero de los morados por la negativa de la FIBA a tramitar los transfers de dos de los fichajes del equipo ese verano, Herve Touré y Bagaric. Se llegó a amenazar con jugar con juveniles.
A pesar de recibir la buena noticia de la salida del concurso de acreedores, reduciendo a menos de 4 millones la deuda, el club descendió arrastrando deudas con todos sus jugadores.

Este verano se amagó con llevar a los tribunales a la ACB y a Eduardo Portela por dar más plazo a Menorca para pagar el aval; y ahora llega el caso del Fondo Especial de Garantía Salarial y de la necesidad de reponer 189.000 para volver a ser ACB. Enésima batalla ya.

El alcalde reúne a empresarios

El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, se está reuniendo diariamente, según informa Luis Amo, con diferentes empresarios de la ciudad para sondear la posibilidad de apoyar económicamente al club en su búsqueda de los 189.000 euros que la ACB exige que se repongan antes del 27 de julio para que el CB Valladolid vuelve a la competición.

Entre hoy y mañana, tiene previsto tener una macro-reunión con, se dice, hasta diez industriales para tratar de alcanzar algún acuerdo y llegar a alcanzar una suma cercana al millón de euros.
La ACB no solo ha pedido esos 189.000 euros, sino que ha solicitado que presente garantías para un crédito de 180.000 del año pasado.