La Asociación Vallisoletana de Ayuda a la Ancianidad y la Infancia (Asvai) es una centenaria institución sin ánimo de lucro que durante estos años se ha ido adaptando a las necesidades de la sociedad. Asvai ha pasado de la originaria Asociación de Amigos de los Pobres, surgida para hacer frente a las consecuencias de la epidemia de cólera de 1865, y de gestionar el Asilo de la Caridad a principios del siglo pasado, a ser una asociación centrada en ayudar a los mayores y la infancia.

En su sede de la calle Chancillería, cuya primera piedra se puso en 1907 y se terminó en 1918, está la residencia de personas mayores Nuestra Señora del Carmen. Este es su proyecto más visible, que recoge el testigo del Asilo de la Caridad, pero con una concepción muy distinta de atención a los mayores. De hecho, en el antiguo asilo había también unas escuelas donde los niños pobres que asistían a las clases recibían a cambio un plato de comida. Esta escuela desapareció en los años 70 y todo el trabajo de Asvai se centró en las personas mayores. «Hay gente que lleva viviendo en la residencia casi 40 años. A otros muchos los hemos tenido que enterrar porque no tienen recursos ni familia para hacerse cargo de ellos», advierte Ruth Fuertes, coordinadora de la Fundación Social de Asvai.

Aunque en estos años también hay cambiado el perfil de los ancianos que necesitan del auxilio de Asvai. «Desde hace 15 años muchas de las personas que vienen a la residencia tienen recursos, aunque hay otras que no. Los que tienen posibilidades pagan el precio de la plaza», matiza Ruth Fuertes, a la vez que recuerda que son una asociación sin ánimo de lucro y necesitan recursos para funcionar. En este sentido no han podido escapar a los efectos de la crisis económica: «La mayoría de los ingresos provienen de los residentes y de las subvenciones puntuales». Aunque esto no ha cambiado el objetivo fundamental de la organización: atender a las personas mayores y darles las atenciones específicas que necesitan.

En este objetivo es fundamental el papel de los 40 voluntarios que habitualmente colaboran con Asvai, y que realizan labores de acompañamiento a los mayores, pero también ayudan en algunas de las tareas diarias de la residencia (comedor, cocina y lavadero). «La mayoría son personas de más de 60 años, muy comprometidos con el proyecto y que suelen venir dos o tres días a la semana», recuerda la coordinadora.

En el año 2000 se creó la Fundación Asvai para trabajar en proyectos exteriores a la residencia de ancianos. Y uno de sus objetivos básicos se centró en la infancia, la otra pata del proyecto solidario. En este sentido, en unas semanas se pondrá en marcha un Centro de Día para atender a menores en la calle Palacio Valdés. El espacio estará abierto por las tardes  y en él se realizarán intervenciones con los niños y sus familias, a través de una escuela de padres, para mejorar sus conductas conflictivas o resolver sus problemas sociales.

La Fundación también ha impulsado los premios al Voluntariado de Castilla y León, que este año celebran su decimocuarta edición. Unas distinciones que se crean para «revalorizar y promocionar el papel del voluntariado en la sociedad». Y un buen ejemplo de la importancia del voluntariado se vive en Asvai, donde toda la Junta Directiva está formada por voluntarios. «Llevo mucho años colaboración con la asociación y desde marzo de este año estoy al frente de la Junta Directiva», comenta Carmen Zubiria, que anuncia que su intención es volcarse con los nuevos proyectos, como los pisos tutelados para mayores, cuya experiencia piloto comenzó a funcionar en la capital el pasado mes de septiembre.

Precisamente en esta edición de los premios al voluntariado, que se entregarán esta misma tarde, se reconocerá con una mención honorífica al voluntariado de Asvai por su labor altruista. Junta a ellos recibirán una distinción el presidente y voluntario de la Asociación de Voluntarios de Informática Mayores de Castilla y León (AVIMCyL), Esteban Paz, además de la Fundación Africana para la Medicina y la Investigación y el periódico El Día de Valladolid.