Un grafiti en el cielo de la Plaza Mayor

Luis Amo
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La moda europea de que los grafiteros plasmen su rúbrica en lo alto de un edificio de un lugar emblemático de las ciudades ha llegado al corazón de Valladolid: ¿Vandalismo o arte callejero?

Antes de estrenar el proyecto municipal de decorar las medianeras del casco histórico para evitar su negativo impacto visual, alguno se ha adelantado y ya ha plasmado su firma en una actuación cuanto menos singular por razones del lugar donde ha sellado su rúbrica.Se trata de una pintada que en los últimos días han hecho en un muro lindante de dos inmuebles de la Plaza Mayor y, más en concreto, en el tejado.


Es como el más difícil todavía en cuanto a la realización de grafitis porque el mencionado muro de la pintada es bastante inaccesible aunque no imposible, como ha quedado demostrado con esta novedosa acción. Se trata de una nueva modalidad de firma o pintada que en muchos países europeos está de actualidad y que consiste en que el grafitero deja su impronta en la parte más alta de los edificios pero completamente visible para los viadantes. Y las zonas escogidas, además, no son cualquiera dado que se decantan por edificios o entornos emblemáticos:¿Arte o vandalismo?


Así, en el caso de Valladolid la llegada de esta acción grafitera ha sido directamente en el epicentro de la ciudad, en la Plaza Mayor. Es más, pese a la continua actividad que ha existido en la plaza durante la Semana Santa, lo cierto es que fuentes municipales lo desconocían hasta ayer mismo en que se han enterado por este periódico.


La pintada que está situada exactamente entre los edificios números 12 y 13, correspondiendo el muro del grafiti con éste último y a la altura de un cuarto piso, está realizada hace aproximadamente un mes y podría coincidir las fechas en que han estado colocados en este edificio unos andamios para arreglar las cubiertas del edificio.


El Ayuntamiento lo pondrá en conocimiento de su propietario y está estudiando quién debe hacerse cargo de borrar la pintada.