La soriana María de Pablo Nuño (San Esteban de Gormaz, 1977) se encuentra entre las víctimas del accidente de avión Airbus A320, que cubría la ruta Barcelona-Düsseldorf que se estrelló ayer por la mañana en los Alpes, al sur de Francia. La familia de la víctima vivió la jornada «consternada y aturdida» ante la tragedia y pasó gran parte del día con cierta desorientación por no saber hasta primera hora de la tarde a dónde dirigirse para recabar información sobre su hija.
María de Pablo, de 38 años, era «una viajera empedernida, políglota, que emigró de la provincia de Soria a los 18 años y que volvía a España, a menudo, para visitar a su familia», según señalaron a Ical fuentes cercanas a la familia. Vivió en San Esteban de Gormaz con sus padres hasta los 18 años de edad. Su padre fue director de Caja Duero en este localidad ribereña y su madre ejerció de profesora en el colegio, por lo que según apuntó el regidor de este municipio, Millán Miguel, eran una «familia muy conocida».
Hace unos años sus padres se trasladaron a vivir a el Burgo de Osma, localidad desde donde esperaron recibir instrucciones sobre su hija. Sin embargo, ya por la tarde, los progenitories y un hermano de la fallecida, emprendieron el viaje hasta Barcelona para recabar información sobre el suceso y reclamar el cuerpo. «Hablaba tres o cuatro idiomas y había viajado por todo el mundo. Era una chica muy aplicada y lista», apuntaron las mismas fuentes.
La mujer había contraido matrimonio el pasado año con un ciudadano alemán y trabajaba de profesora en el país germano. Desde poco después de casarse fijó su residencia «cerca de Estrasburgo». Además, una de sus hermanas residía en Barcelona, ciudad a la que solía viajar a menudo desde Alemania.
Era una apasionada de su trabajo y desarrollaba instrumentos didácticos como la adaptación de películas españolas para la enseñanza del español a extranjeros que publicaba en revistas especializadas.
Los alcaldes de El Burgo de Osma y San Esteban de Gormaz, Antonio Pardo y Millán Miguel, respectivamente, lamentaron ayer el fallecimiento, y mostraron todo su apoyo a los familiares de la víctima, en especial, a los padres que viven en la villa episcopal.
Antonio Pardo brindó todo su apoyo a los familiares de la chica, mientras que Millán Miguel aseguró que la trágica noticia «ha caído como un jarro de agua fría en San Esteban».