Educando personas para ser felices

D.V.
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El colegio Jesús y María, más conocido como las ‘Carmelitas’, lleva casi 150 años en el centro de Valladolid «ayudando a formar personas plenas, capaces de desarrollar todas sus posibilidades y de integrarse críticamente en la sociedad desde valores cristianos». «Creemos que sólo las personas que consiguen  alcanzar sus metas y encontrar un sentido a lo que hacen pueden llegar a ser felices», explican desde el centro educativo. «Esto supone no olvidar nunca que cada niño es único e irrepetible, y que hay que atenderle como tal: no podemos ignorar ni a los que tienen dificultades, ni a los de más altas capacidades», añaden.

Este proyecto educativo parte, como el de los más de setenta colegios Vedruna de España, «de un concepto personalizador y personalizado de la educación». «Creemos en la necesidad de atender y ayudar a desarrollar todas las facetas de los niños y que esto hay que hacerlo sabiendo quién es cada uno y qué necesita», explican. «Buscamos así hacer a nuestros alumnos competentes, capaces de aprender por sí mismos y de enfrentarse a problemas», completan. Esto supone poner todo su empeño en resolver  las dificultades cuando aparezcan, como, por ejemplo, con los talleres de logopedia o de prevención de deficiencias del lenguaje oral para los más pequeños, grupos de refuerzo o apoyo en diferentes asignaturas, programa de diversificación curricular, atención educativa y psicológica personal y grupal, tutorías desde 1º de primaria...

«Supone también -argumentan- atender a los que tienen más posibilidades para que no se desmotiven, con proyectos específicos de trabajo curricular o extraescolares para alumnos de altas capacidades y alto rendimiento como las que ponemos en marcha desde la asociación Edutalento». «Ponemos además todo nuestro empeño en que nuestros alumnos lleguen a ser personas capaces de relacionarse, y les enseñamos a convivir y técnicas como la mediación para resolver los conflictos», añaden desde el Jesús y María.

«Queremos también  que lleguen a ser ciudadanos comprometidos con su entorno, y para ello los animamos a trabajar en grupos, cooperar con determinadas ONGs o, los más mayores, integrase en nuestro equipo de voluntariado. Queremos que sean personas plenas, personas felices», enfatizan desde el colegio.

Objetivos. Entre los objetivos de las ‘Carmelitas’ está la aplicación de nuevas metodologías para nuevos tiempos: «Llevamos ya cuatro años trabajando por proyectos activamente. Esta experiencia educativa alternativa es un intento de satisfacer las diferentes necesidades de nuestros alumnos, desde los que los tienen alguna dificultad hasta los de altas capacidades o alto rendimiento», apuntan desde el centro educativo. El objetivo es atender a las diversas características y circunstancias personales que configuran el colegio y de esta manera «enriquecerlo en la diversidad», al tiempo que ofrecen a los alumnos retos reales que desarrollan su capacidad de enfrentarse a las nuevas oportunidades que ofrece el mundo actual. «Se trata de propuestas que  acercan la experiencia del aprendizaje a sus inquietudes y permiten que cada alumno desarrolle todo su potencial», explican.

«Rompemos con la metodología utilizada habitualmente y nos adaptamos a nuevos horarios y espacios», sostienen. El trabajo de los alumnos deja de estar circunscrito a una materia, a un aula o a un segmento de tiempo de reglado para desarrollarse de manera interdisciplinar, con nuevas agrupaciones y en nuevos ámbitos. Los alumnos trabajan de manera cooperativa y para ello planificamos con claridad el trabajo a realizar, la participación exigida y el resultado logrado por parte de cada miembro del grupo. Cada alumno asume una responsabilidad en la planificación, ejecución y valoración del trabajo.

Tecnología. «Sabemos que el uso de la tecnología es necesario para mejorar la educación. Esto nos obliga a cambiar los métodos rutinarios por otros más ágiles para alcanzar las metas educativas de forma eficaz y conseguir que la motivación de nuestros alumnos aumente. Por este motivo, en el colegio realizamos la planificación de la enseñanza teniendo en cuenta los medios tecnológicos. Los medios no son suplementarios a la enseñanza, deben ser el estímulo de la misma».

En la etapa de Infantil se trabajan sistemas de estimulación temprana como el Método Doman, que facilita el aprendizaje de la lecturoescritura, el cálculo mental, las operaciones matemáticas y la lengua inglesa. Los bits de inteligencia, que fomentan la ampliación del vocabulario y el conocimiento de diferentes aspectos culturales. El Método Jolly-Phonics, programa fonético que favorece la iniciación en la lengua inglesa a través de la lectura, escritura y pronunciación.

Siguiendo con esta línea de innovación metodológica, han implantado este curso «una nueva forma de entender el bachillerato», en lo que se denomina como el Bachillerato de investigación para la excelencia académica, basado en la investigación, el acercamiento a la realidad y la metodología universitaria.

Los alumnos de Bachillerato se enfrentan al reto de llevar a cabo un proyecto de investigación real que en algunos casos tendrán que terminar en universidades, instituciones o empresas que ya colaboran con el colegio. Los proyectos deberán ser interdisciplinares, inéditos, creativos y de actualidad. Para ello han recibido una formación inicial organizada por talleres en los que se les ha preparado para abordar estos trabajos, con temas como la metodología científica, el trabajo con fuentes o la experimentación. También se les ha formado en disciplinas como el marketing o la oratoria que les permitan defender sus resultados ante el tribunal que los valorará.

Otra de sus apuestas son los idiomas. «Consideramos que el mundo actual evoluciona con el desarrollo de las comunicaciones, siendo por ello imprescindible que nuestros alumnos tengan un amplio conocimiento de los idiomas. Somos conscientes de la importancia del aprendizaje de las lenguas como instrumento para el diálogo, la comprensión y el enriquecimiento mutuo entre culturas».

Inglés y francés. En este centro imparte inglés y francés desde los 3 años hasta 2º de Bachillerato, curricular o como actividad extraescolar, según los niveles. La sección bilingüe está implantada en toda la etapa de Primaria, en las asignaturas de Social and Natural Sciences, English y Arts and Crafts y continúa en la etapa de Secundaria de forma progresiva.

Igualmente, desde el Jesús y María se destaca el trabajo en la atención personalizada de los estudiantes. «Sabemos que todas las personas tienen el mismo valor, y precisamente por ello son iguales. Sin embargo, la igualdad admite diferencias, pero no desigualdades», explican.

En las ‘Carmelitas’ atienden las necesidades de los alumnos con programas de estimulación del lenguaje oral, de prevención de posibles problemas y su posterior rehabilitación en el taller de logopedia, taller de lectoescritura, taller de comprensión lectora o con apoyos y refuerzos educativos.
«Además hace ya más de cuatro años descubrimos que los alumnos de altas capacidades son los grandes ignorados en nuestras aulas: se niega su existencia, pese a que estadísticamente deberíamos tener un mínimo de uno por aula, o se entiende que no necesitan ninguna atención, aunque su índice de fracaso escolar sea muy alto», argumentan. «Desde entonces hemos aprendido a identificarlos y darles la respuesta que necesitan, tanto en el aula como a través de actividades extraescolares que desarrollamos con nuestra asociación Edutalento», añaden.

Educación en valores. Además, recuerdan que no se puede olvidar que «la educación en valores es la base de toda nuestra labor educativa». «La pedagogía Vedruna tiene un estilo propio que gira alrededor de un eje: la valoración de la persona y de las relaciones interpersonales, en un clima familiar, sencillo, cercano y alegre como experiencia educativa fundamental», concluyen.