Imposible, imposible

Manuel Belver
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Derrota lógica. El Cuatro Rayas Valladolid sucumbió ante el líder y ya campeón de la Asobal, el Barcelona, en un partido en el que plantó cara desde el primer minuto

Pino.

Era imposible. Y lo fue. El Cuatro Rayas Valladolid no pudo con el mejor equipo de la Asobal, el ya campeón Barcelona, aunque nunca se rindió. Le plantó cara durante los 60 minutos de partido, mandando los 15 primeros -hasta el punto de obligar a un tiempo muerto a Xavi Pascual a los 17-. Y nunca se dejó llevar por la superioridad de su rival, ni por la lógica que invitaba a pensar en una goleada en contra. La recompensa: el último minuto de ovación, cánticos y fiesta del balonmano de la afición que ayer se dio cita en Huerta del Rey.

El Barcelona sumó su 26º victoria liguera en lo que va de temporada. No sufrió hasta la extenuación, como en visitas pasadas a Valladolid, pero sí se encontró más resistencia de la esperada, con Cacheda como maestro de ceremonias, bien acompañado por el resto.

Durante los primeros 15 minutos más de uno en la grada del pabellón pucelano se frotaba los ojos. 4-2, 5-3, 6-4... las ventajas eran de los dirigidos por Nacho González, amparados en una buena defensa, aportación de la portería y rápidas contras. Daba igual que Sterbik impidiese cualquier gol desde los extremos, el Cuatro Rayas estaba enchufado.

El tiempo muerto de Xavi Pascual estaba cantado. Minuto 17. La rotación en el cuadro culé ya realizada. Era el momento de apretar atrás. Así fue. Del 7-7 se pasó al 8-13, incluida parada técnica de Nacho González para dar instrucciones. Sterbik se hizo más grande y los huecos empezaron a escasear. El descanso era necesario. El 10-14 un mal menor.

La segunda parte ya no deparó más sorpresas. El Barça no quería sufrir igual que en la primera y en un visto y no visto ya tenía siete goles de renta. Entrerríos, Rutenka y las contras empezaban a hacer cada vez más daño, aunque el cuadro vallisoletano no se quería ir del partido con mal sabor de boca.

Cacheda seguía haciendo de las suyas y a pesar de no buscar tanto el lanzamiento hizo que sus laterales disfrutasen por momentos, con Roberto y Fernando primero, o con Bozovic y el joven David Fernández después. Porras se vació en su lucha sobre la línea de los seis metros y atrás Peciña, Ávila y Nico López -incluido un vendaje por un golpe- aumentaron la intensidad. Nadie quería bajar los brazos antes del pitido final.

Ni cuando la desventaja llegó a los 10 tantos (18-28) minuto 48.

Nacho González no lo dudó. Sentó a César y dio la oportunidad a un chico de la casa, Juan Carlos Cabada, que con dos intervenciones levantó a la grada. Luego le llegó el turno a David Fernández. Era el momento de la afición. Con Cabada, Nico, David, Lacasa, Fernando, Isma, Roberto, Ávila... este Cuatro Rayas hizo que la grada, a pesar de la derrota y de la superioridad, recompensase a los suyos. Como hace años, cuando el Barcelona hincaba aquí la rodilla.

Pero ojo, los pucelanos siguen en descenso. Y quedan 4 jornadas.

Cuatro Rayas Valladolid: César Pérez Verdejo (8 paradas), Nico López, Peciña, Isma Juárez (2), Pino (1), Ávila (1), Roberto Pérez (2) -siete inicial-, Cacheda (7, 5p.), Fernando Hernández (3, 1p.), Porras (3), Lacasa (2), Bozovic (2), David Fernández (2) y Cabada (2 paradas).

Barcelona: Sterbik (8 paradas), Sorhaindo (2), Sarmiento, Rutenka (3, 1p.), Stranovsky (1), Saubich (3), Lazarov (6, 2p.), Viran Morros, Balaguer (4), Karabatic (5, 2p.), Noddesbo (2), Juanín García (1), Gurbindo (3), Raúl Entrerríos (4), Ariño (1) y Robin (4 paradas).

Árbitros: Casado Fernández y Vera Avila (Federación andaluza). Excluyeron a Peciña (min. 33) y Nico López (min. 56), del Cuatro Rayas, y a Saubich (min. 12), Gurbindo (min. 26 y 52), Viran Morros (min. 43) y Noddesbo (min. 58), del Barcelona.

Parciales: 2-1, 5-3, 6-7, 7-9, 8-13, 10-14 (descanso); 13-18, 14-21, 17-26, 20-29, 24-32 y 25-35.