Herido grave un hostelero tras recibir cuatro cuchilladas en plena calle

Alfonso G. Mozo
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La agresión se produjo a las 21.30 horas en la calle Bailarín Vicente Escudero · La Policía detuvo al agresor poco después. La víctima tiene un bar en la calle San Luis, que fue incendiado en enero

Herido grave un hostelero tras recibir cuatro cuchilladas en plena calle

Un ajuste de cuentas entre dos hombres acabó ayer por la noche con uno de ellos ingresado en el Hospital Clínico en estado grave tras recibir varias cuchilladas en plena calle. El presunto agresor fue detenido poco después. Ocurrió sobre las 21.30 horas en la confluencia de las calles Santa Lucía y Bailarín Vicente Escudero, en el barrio de San Juan, y las fuentes del caso consultadas por El Día de Valladolid situaron el móvil del apuñalamiento en un "ajuste de cuentas" entre ambos, si bien no ha trascendido aún si era una deuda económica o había algo más detrás del asunto.

Lo que sí pudo saber este periódico es que el herido es un hostelero que ya sufrió un ataque hace tres meses en su local. Regenta el San Luis 18, un bar ubicado al final de la calle San Luis y que la mañana del pasado 9 de enero fue incendiado de madrugada, quedando completamente arrasado. Desde un primer momento la Policía tuvo claro que el fuego había sido intencionado y, al parecer, el principal sospechoso era el hombre que fue arrestado ayer por ese intento de homicidio.

Al cierre de esta edición no habían trascendido más datos de ninguno de ellos, simplemente que ambos eran españoles y que todo había sido un ajuste de cuentas. El detenido que se cree que era (o había sido) cliente del apuñalado permanecía anoche en los calabozos de la Comisaría de Las Delicias.

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UN CUCHILLO DE COCINA. La Policía acordonó el lugar de los hechos después de que una ambulancia evacuase en estado grave al hostelero rumbo al Hospital Clínico. Los primeros informes hablan de que recibió cuatro cuchilladas, alguna de ellas de carácter grave -incluso algún testigo habló de “lesiones en órganos vitales”-, provocadas con un arma blanca que se rompió en dos y que el agresor dejó allí tirado para emprender su breve fuga. Se trata de un cuchillo de cocina de pequeño tamaño, que se partió en dos durante el ataque y que fue recogido por los policías actuantes.