El Pleno del Ayuntamiento de Valladolid debatirá el lunes, con la resaca de las Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo, una moción del grupo municipal Sí Se Puede Valladolid (SÍVA) sobre el carácter laico del Ayuntamiento de Valladolid. Una propuesta que insta al Gobierno central a impulsar una nueva Ley de Libertad de Conciencia e incorporar a la legislación criterios de actuación para la autoridades públicas en actos religiosos, incluso en los ámbitos autonómico y local.
El texto con 16 puntos también enumera una serie de medidas a nivel municipal para garantizar la «laicidad» en su actividad y en las que se promuevan desde el Consistorio. Y aunque no se cita explícitamente, todo este argumentario propositivo deja la puerta abierta a un debate sobre el nombre de las fiestas patronales de la capital. «La moción no conlleva ese debate, pero sienta las bases para que se genere en la ciudadanía. Nosotros apuntamos a uno más amplio, pero que implica que el del nombre de las fiestas tiene que llegar», explica la portavoz del grupo municipal de SÍVA, Charo Chávez.
Esta no es la primera vez que se debate en el Pleno municipal sobre el nombre de las fiestas. En la sesión el 8 de junio de 2016 se aprobó una enmienda del PSOE a una propuesta del PP para ‘blindar el nombre de las fiestas patronales de Valladolid’, donde se acuerdó que «la denominación de las fiestas patronales no es motivo de preocupación para la mayoría de la ciudadanía, pero en todo caso, cualquier modificación que pueda plantearse se sustanciará con el análisis, el debate social y el consenso que una cuestión de estas características requiere en una democracia avanzada como la nuestra», como aparece en el acta.
En ese debate intervino la Federación de Vecinos Antonio Machado que defendió y sigue defendiendo el cambio de nombre de las fiestas. «Las ferias no son ni de una virgen o un santo. Son de la ciudad. Respetamos el sentimiento religioso pero tienen que ser unas celebraciones para todos», recalca Margarita García, presidenta de la Federación. Además, explica que llevan tiempo reclamando este cambio e incluso antes del verano tuvieron una reunión con la concejala de Cultura para recordarle esta reclamación. «No vemos una actitud interesada en cambiarlas, pero está claro que es más inclusivo referirse a las fiestas como de Valladolid. Y seguiremos insistiendo en ello», recalca.
La portavoz de SÍVA recalca que en la sesión de este lunes se planteará esta propuesta con «una visión abierta» y resalta que no están en contra de las procesiones o los ritos religiosos, pero entienden que eso «debe quedar en el ámbito privado de cada persona». Chávez defiende que «es hora de que las instituciones respeten el pluralismo que marca la Constitución».
En la misma línea se expresa María Sánchez, portavoz del grupo municipal de Valladolid Toma la Palabra (VTLP), que apoya la moción porque engloba iniciativas que su partido ya ha propuesto en este sentido. «Lo primero que hay que hacer es laicizar las fiestas. Nosotros no vamos a actos religiosos promovidos por la Corporación», explica, a la vez que reitera «el máximo respeto a estas celebraciones y creencias». Sánchez apuesta por «orientar» las fiestas hacia una celebración laica y después afrontar el debate del cambio del nombre. «La gente lo ve traumático pero hay que recordar que antes se llamaban de San Mateo, se cambiaron y no pasó nada. La costumbre ha sido distinta según el momento y sería positivo avanzar en este sentido. La gente está más preparada de lo que pensamos», apunta.
Por su parte, el portavoz del PSOE, Pedro Herrero, asegura que su grupo apoyará la moción, pero matiza que la posibilidad de un cambio de nombre de las fiestas no se ha debatido en el equipo de Gobierno. «Tendría que ser una decisión que se tomara por unanimidad. No se puede utilizar nuestra mayoría para cambiarlo y no se pueden generar enfrentamientos», explica. Herrero detalla que apoyan la moción porque está redactada «con muchas cautelas» y considera que la laicidad no implica que haya que «dar la espalda a los demás».
El grupo Popular se muestra en contra de cualquier iniciativa que pueda conllevar un cambio de nombre de las fiestas patronales, como demostró con su moción de 2016. «Estamos orgullosos de que Valladolid tenga uan patrona que, además, es alcaldesa perpetua de la ciudad. No nos avergüenza. Es algo propio de esta tierra, que se llama España, y a nivel institucional hay que mantenerlo», recalca su portavoz, José Antonio Martínez Bermejo.
Una posición similar muestran en el grupo de Ciudadanos. «Cambiar el nombre de las fiestas es una propuesta de chiste. Hay que respetar las tradiciones», replica su portavoz, Pilar Vicente. En esta línea, también se muestra crítica con la decisión de los concejales de VTLP y SÍVA de no acudir en representación del Ayuntamiento a los actos religiosos. «Los cargos públicos representamos a toda la ciudad y estos actos tienen, además, un matiza cultural muy importante. Si aceptáramos sus propuestas acabaríamos por exterminar las fiestas más importantes de la ciudad», recalca.
El concejal no adscrito, Jesús Presencio, entiende que si se quisiera tomar una decisión de este tipo habría que consultar la opinión popular. «Es una tradición aceptada», recalca. También pide a sus compañeros de Corporación que se dejen de «tonterías» porque entiende que hay problemas «más importantes que resolver».
Una opinión que también comparte la presidenta de la Federación de Vecinos Conde Ansúrez, Elvira Yáñez, que defiende que para «lógico» que se sigan llamando Feria y Fiestas de San Lorenzo. «Creo que a los vecinos les gustan así», explica, aunque recalca que su asociación prefiere no opinar de temas políticos, religiosos y judiciales. El debate está servido.