El buen tiempo y la masiva asistencia marcan la procesión de la 'Borriquilla'

Redacción
-

El arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, bendijo a todos los asistentes

Miles de personas se congregaron ayer, Domingo de Ramos, en las calles del centro de la capital para celebrar la llegada de la ‘Borriquilla’, cuya imagen representa la ‘Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén’, y en la que los niños y sus palmas fueron los protagonistas. Así, cientos de cofrades arroparon el paso, tallado por Francisco Giralte en el siglo XVI, durante su recorrido por céntricas calles , a hombros de los hermanos de la Cofradía de la Vera Cruz, informa Europa Press.


La ‘Borriquilla’ comenzó su procesión puntual, a las 12.00 horas, desde la Iglesia Penitencial de la Vera Cruz, situada en la calle Platerías. Allí, y bajo la atenta mirada de cientos de padres y niños, congregados a las puertas del templo, incluso una hora antes para ver su salida, arrancó su tradicional recorrido al son de la banda musical de la cofradía titular del paso.


Con palmas en las manos, miles de fieles y curiosos acompañaron a las secciones infantiles de las hermandades vallisoletanas a lo largo de un recorrido que discurrió por las calles Macías Picavea, plaza de la Libertad, plaza de Portugalete y Arribas, hasta llegar a la Catedral. Un vez en la Seo, sobre las 12.40, cuando llegó el paso, representantes de todas las cofradías de Valladolid, dos por cada una de ellas, recibieron a la imagen, antes de seguirla en la segunda parte del recorrido. Entre ellos, el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, de blanco y rojo, color este último que sólo usa dos veces al año, el Domingo de Ramos y en el Corpus. Blázquez dirigió la plática y bendijo a todos los asistentes.

Tras la recepción de las 20 hermandades, la comitiva continuó la procesión por Regalado, Duque de la Victoria, Claudio Moyano, Santiago, Plaza Mayor (donde las gradas estaban repletas), Ferrari, Quiñones y Plaza del Ochavo, antes de regresar al punto de partida, la calle Platerías.