Este abulense de 46 años, padre de dos hijos, diplomático, doctor y doble licenciado, fue el fin de semana pasado el primer militante del PP en atreverse a postularse oficialmente para disputar la Presidencia del partido en el proceso de primarias en el que los militantes elegirán al sucesor de Mariano Rajoy. Se confiesa como liberal conservador y humanista cristiano. Y desde esa óptica considera que el Gobierno popular se equivocó en hacer política económica sin poner en el centro a la persona. A pesar de no ser uno de los rostros más conocidos de la formación, considera que los afiliados sí le conocen y que esa es su gran baza en esta carrera electoral cuya primera criba será el próximo 5 de julio, cuando las bases decidan. 

¿Por qué ha decidido presentarse?
Porque creo que España está viviendo una encrucijada histórica en el que el último intento del Partido Socialista pactando con la izquierda radical estirar la Constitución del 78 ha tenido como consecuencia esta moción de censura y se pretende arrinconar al PP. Y el Partido Popular o se renueva, recuperamos al afiliado e intentamos vehicular el centro-derecha o estamos acabados. Por eso no podía permitir que hubiera un falso debate sobre una primarias que parecían un juego de salón. Y por eso me he lanzado el primero, con valentía y con ilusión. Y creo que ha generado ilusión mi candidatura porque lo que propongo. 

¿El que gane las primarias debería ser el presidente o entendería que los compromisarios, en el Congreso del partido, cambiaran la decisión de los afiliados?
No podemos cerrar este proceso en falso, no podemos elegir unos compromisarios que designen a un presidente. Éste tiene que salir el día 5 de julio, que, casualmente, es mi cumpleaños y lo celebraré con los afiliados contando votos. Lo otro falsificaría el proceso de primarias. Creo que todos los candidatos que queden por detrás del primero deben retirarse.