El curso escolar ha comenzado este año en algunos colegios sin que las obras pendientes de realizar en verano estuvieran acabadas. Un problema administrativo que ha tenido el Ayuntamiento ha retrasado algunas reformas. Concretamente, la exigencia de la contratación de un seguro por parte de los encargados de visar las obras.

Bien es cierto que, según la concejala de Educación, María Victoria Soto, se trata de «pequeños remates» que en ningún caso están dificultando el normal desarrollo de las clases.

El Ayuntamiento destinó algo más de  376.000 euros, con cargo a las inversiones financieramente sostenibles del año pasado, para realizar reformas en patios y pistas deportivas de ocho colegios, otros 494.000 euros para la sustitución de carpintería en cinco centros, algo más de medio millón para renovar los aseos de seis escuelas y 629.000 euros para la sustitución de nueve calderas de gas.

Aparte del problema administrativo, han surgido otros a pie de obra que han retrasado el final. Por ejemplo, en el Narciso Alonso Cortés, ubicado en Pajarillos, se detectaron problemas en la red de saneamiento al cambiar la pavimentación de las pistas, como arquetas obstruidas, y ha habido que repararlo. Desde este centro reconocen que las obras comenzaron más tarde de lo previsto y que la principal consecuencia de ello es que los niños no puede utilizar esa zona del patio. «También falta poner el caucho y los columpios, aún no los han recibido», dicen desde la Concejalía.

En el CEIP Alonso Berruguete ha habido problemas con la renovación de los baños, puesto que se han instalado urinarios para adultos, es decir, a una altura inapropiada para los niños. Ahora hay que volver a cambiarlos.

Bien es cierto que en la mayoría de casos las molestias son mínimas, o inexistentes. Por ejemplo, en el Entre Ríos, ubicado en la calle Soto, faltan por cambiar algunas ventanas y persianas. «Es un trastorno, pero todo se está desarrollando con normalidad, tan solo hemos tenido que cambiar a los niños de un aula a otra», explica la directora Miriam Muñoz.

El origen en otros centros es muy variado. En el García Lorca el retraso se debe a un problema de suministro de las baldosas para renovar el patio. También faltan por pintar las líneas en el suelo del aparcamiento. En el Isabel la Católica se han solucionado los problemas de la red de saneamiento y se ha asfaltado el patio, pero falta por poner el caucho y los columpios., al igual que en el Tierno Galván. En el Entre Ríos falta por colocar la barandilla lateral de acceso para personas con problemas de movilidad.

Soto destaca la «implicación» del actual equipo de Gobierno en la renovación del equipamiento de los colegios. «Nos estamos volcando y hay que tener en cuenta que hemos pintado muchos colegios y cambiado calderas con 35 años de antigüedad... cuando no hay problemas es cuando no se hace nada», asegura. Además, sostiene que muchos de los imprevistos son consecuencia de «centros que tienen materiales de mediados del siglo pasado». No en vano, el Ayuntamiento ha destinado más de 41.000 euros a la eliminación de humedades, la reparación de cubiertas, el arreglo de goteras y la limpieza de canalones.

comprensión. Por otro lado, la concejala quiso agradecer a los padres y profesores la «comprensión» por las molestias que pueda generar una situación que, según ella, estará finiquitada en pocos días. Las reformas pendientes que requieran más tiempo se pospondrán a Semana Santa.

También la delegación provincial de la Junta de Castilla y León ha hecho reformas este verano en 56 centros de la capital y la provincia con una inversión ligeramente superior a los 1,8 millones. La más cuantiosas han sido la reforma del patio y del tejado del IES Santo Tomás de Aquino de Íscar y la reforma de las aceras del IES María Moliner de Laguna de Duero. Además, se han invertido otros 1,3 millones de euros en equipamiento.