La actual generación de jóvenes españoles será recordada por vivir pegada a una maleta. Y no precisamente por placer. La movilidad geográfica se ha impuesto como una condición casi imprescindible si uno quiere trabajar. Esa movilidad que te obliga a buscar los garbanzos lejos de la tierra en la que has crecido y, lo que es peor, lejos de tus seres queridos. Una movilidad que te empuja a irte a Madrid, en el mejor de los casos, o a emular a los abuelos y subirte a un avión rumbo a Alemania.
Y los vallisoletanos no son una excepción. Más bien todo lo contrario. La falta de oportunidades laborales en la provincia ha hecho una importante ‘limpia’ de jóvenes en el censo. Basta con analizar la Estadística del Padrón Continuo publicada por el INE y comprobar que en el año 2008 había 160.827 personas de entre 20 y 39 años en Valladolid y provincia, una cifra que se ha reducido a las 139.370 del año 2013. Es decir, 21.457 jóvenes menos en apenas cinco años.
Se podría pensar que se trata de un fenómeno que responde a una tendencia general de pérdida de población, pero las cifras también descartan esta opción. De hecho, aunque la pérdida porcentual de este tramo de población ha sido del 13,4 por ciento entre 2008 y 2013, en ese mismo periodo de tiempo la población total de Valladolid aumentó, al pasar de 529.019 habitantes a 532.284, según los datos del INE.
La ‘sangría’ no cesa si se analizan por separado los datos de la capital. Según la información del padrón que ofrece el Ayuntamiento de Valladolid en su propia página web, en los últimos tres años la población joven, considerando como tal al tramo entre 20 y 39 años, ha pasado de 79.407 personas a 73.055. Es decir, que cada año la capital pierde más de 2.000 jóvenes.
Pero lo cierto es que la crisis económica simplemente ha acentuado un proceso iniciado mucho antes y que deja entrever una población vallisoletana mucho más envejecida en el futuro si no cambia esta tendencia. Prueba de ello es que en el año 2001 el Ayuntamiento tenía censadas 316.580 personas, por las 309.423 del presente ejercicio. Es un descenso global del 2,3 por ciento. Pues bien, si se analiza exclusivamente la población de entre 20 y 39 años se observa que la bajada en ese periodo de tiempo ha sido casi del 30 por ciento al pasar de 103.721 a 73.055 jóvenes.
Evidentemente, hay otros fenómenos que influyen en esta tendencia en los últimos años. Uno de ellos es la reducción de población inmigrante. Personas llegadas de otros países en la época de bonanza en busca de una oportunidad y que ahora vuelven a su lugar de origen o se van a otro país ante la falta de oportunidades o el fin de las ayudas. Así lo reflejan también los datos del INE. La provincia de Valladolid tenía 31.789 inmigrantes en 2008, por los 29.674 actuales.