Un punto con sufrimiento en Huerta del Rey

D.V.
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El Recoletas Atlético Valladolid acarició el triunfo en la segunda jornada de la Liga Asobal pero Bidasoa Irún plantó cara con una durísima defensa 6:0 que incomodó a los vallisoletanos durante todo el choque (24-24)

El Recoletas Atlético Valladolid obtuvo un punto en su primer partido de la temporada Asobal en Huerta del Rey. Empató (24-24) ante Bidasoa Irún en un choque muy intenso, equilibrado y con opciones para que cualquier hubiera podido ganar. Sin embargo, los gladiadores azules terminaron con sabor agridulce porque tuvieron las mejores ocasiones en las jugadas decisivas. Primero con un lanzamiento errado por Diego Camino y al final porque en el disparo último de Adrián Fernández, fallado, los árbitros no señalaron nada ante las amargas peticiones del central.

Los gladiadores azules sumaron su tercer punto en dos partidos. Un botín positivo antes de su enfrentamiento el miércoles ante el Barça Lassa. Pero quizá mereció más premio en un choque ante un rival durísimo, que planteó una defensa 6-0 muy cerrada que dejó sin la fluidez ofensiva habitual al Recoletas Atlético Valladolid.

Los de David Pisonero nunca estuvieron cómodos, no funcionó su continuidad a los extremos, que apenas lanzaron, y tampoco hubo lanzamiento exterior por lo que los gladiadores se estrellaron contra una muralla una y otra vez. Además, tampoco tuvieron acierto en el lanzamiento, con cuatro penaltis fallados y numerosas pérdidas y errores en ataque.

Pese a estas malas sensaciones, los gladiadores azules se mantuvieron en partido, remontaron un pésimo inicio e incluso llegaron a contar con tres goles de ventaja en la segunda parte (21-18). Pero Bidasoa se mostró como un rival de altura que se lo puso muy difícil a los locales pese a contar con tres ausencia de peso: Kauldi Odriozola, Adrián Crowley e Iñaki Cavero.

Ante una defensa tan cerrada, solo destacaron Adrián Fernández y Diego Camino, ambos con 5 goles. Y en defensa un brillante César Pérez, 14 paradas, y más fiable cada día. Además, Pisonero dio confianza a Miguel Martínez, que jugó minutos complicados, incluyendo el minuto final decisivo.