También explicaron que durante 2016 en la provincia de Valladolid no fue necesario abonar ninguna cantidad por daños originados por ataques de lobos, pero aun así se sigue autorizando su caza en este territorio, donde la población de la especie lleva años disminuyendo. Asimismo, señalaron que este cachorro no pudo ser responsable de ningún tipo de daño al ganado, ya que aún era dependiente.