Antonio Ferreras: «Este centro de I+D evita la fuga de talentos de la región»

M. Rodríguez
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Entrevista al director del centro de I+D de Telefónica en Boecillo

Antonio Ferreras. - Foto: El Día

Antonio Ferreras lleva cuatro años al frente del Centro de I+D de Telefónica en Boecillo. En este espacio, que acaba de cumplir 15 años, se diseñan y generan servicios y productos tecnológicos que luego se exporta a todo el mundo. Un innovación que se basa, en gran parte, en aprovechar el talento de los alumnos de las universidades de la región.

¿Qué balance realiza de estos 15 años del centro en Boecillo?

Este el primer centro que se inauguró fuera de Madrid, donde estaban centralizados los servicios de investigación. Después de este han venido muchos más como Barcelona, Granada, Brasil, Londres, San Francisco, Israel  y ahora Chile.

¿Y de sus cuatro años al frente del mismo?

He intentado que el centro esté alineado con el resto de Telefónica. Llevo muchos años en la empresa y conozco bastante bien sus necesidades y el modo de funcionar. En este tiempo también se han profundizado las relaciones con el entorno.

¿Qué supuso y supone este centro para Telefónica?

Telefónica está muy contenta con este centro. Hemos participado históricamente en los proyectos más interesantes e importantes para la empresa; en la creación de productos y servicios, que luego se venden de forma global en todos los mercados en los que tenemos presencia.

¿Y qué aporta el centro a Valladolid?

En una empresa de investigación y desarrollo su principal activo son las personas y el conocimiento, su forma de trabajar y su espíritu. Y en ese sentido, Telefónica tiene muy buen concepto de esta región. Todo esto viene alimentado por una muy buena relación que tenemos con las universidades. Tenemos firmado convenios con las seis de la región. Ellas son nuestra fuente de talento a base de las prácticas en la empresa, las becas, los proyectos fin de carrera, algún doctorado o las cátedras que tenemos en esas universidades. Todo esto contribuye a que haya una relación muy cercana y que podamos capturar talento, que luego o bien trabaja con nosotros o les sirve de trampolín para que vayan a otros sitios de Telefónica.

¿Siguen siendo válidos los criterios por los que se eligió Boecillo para instalarse  y sigue siendo este centro un referente frente a los que se abrieron después?

Sin duda. Estamos llenando Telefónica de castellano y leoneses. El talento que encontramos en las universidades y en la gente de la región es un valor añadido. Otro valor añadido, que no tienen otros centros, es la proximidad con Madrid. Durante estos 15 años se ha construido el AVE, con lo que todavía estamos más cerca de la capital. Además, tenemos muy buena relación con las administraciones y las empresas. Este centro está en una situación óptima.

Y cumplen 15 años en un momento en que se reclama apostar el I+D pero se recortan los presupuestos y las inversiones en el sector ¿Estos recortes dan más mérito al trabajo que se desarrolla aquí y a su apuesta por la innovación?

Hace dos años pasamos de mil millones de inversión en I+D+i y el año pasado volvimos a repetir la inversión. Telefónica apuesta por invertir en innovación porque es necesario. Estamos en un hipersector, el de las tecnologías de la información y las comunicaciones, donde todo se mueve muy deprisa, donde la innovación es la clave del éxito y no se puede dejar de investigar para estar en la brecha de los productos y servicios, y poder competir.

¿Si la inversión en I+D suele ser sinónimo de rentabilidad por qué no se generaliza en otras empresas e instituciones?

Telefónica tiene un mercado global de 25 países donde poder amortizar sus inversiones. Es una empresa grande, con mucho capital y mucha inversión en capex. Tenemos una historia de ventajas competitivas basadas en la innovación bastantes claras y muy estudiadas. En otras empresas supongo que las condiciones del entorno cambian.

El centro de I+D de Boecillo y sus convenios con las universidades de la región, ¿están evitando la fuga de talentos?

Aquí nos gusta que haya rotación, pero no fugas. Uno de nuestros objetivos es que el centro no sólo valga como de producción de productos y servicios, si no que capte talento para otras unidades de negocio. Es bueno que la gente salga y que venga nuevos. Estamos muy contentos con esta dinámica porque estamos evitando que mucha gente buena se queda aquí y no se va fuera de España a otras empresas.

¿Cuál es el perfil del trabajador del centro de I+D?

Un ingeniero superior de Informática o Telecomunicaciones. El 80% son castellano y leoneses.

En esa colaboración tan estrecha que tienen con las universidades, ¿qué demandas les han realizado para que se adapten a sus necesidades?

Tenemos continuamente reuniones y mucha interacción. Sus responsables nos consultan para conocer nuestras necesidades y en la medida de lo posible tienen esas consideraciones en cuenta a la hora de programar sus actividades. Cuando tenemos algún proyecto interesante, que suele ser muchas veces, nos acercamos a la Universidad para que profesores y estudiantes lo conozcan; y ellos nos preguntan por herramientas de trabajo para utilizarlas en sus clases.

Hablando de proyectos interesantes, en este centro se está trabajando con varios que son referencia a nivel mundial.

Durante estos 15 años hemos trabajado en muchos muy importantes. Hemos trabajo en proyectos de domótica: la casa inteligente, con la teleoperación de electrodomésticos,... Fuimos pioneros en los temas de domótica y tuvimos una sala de demostraciones que fue la más importante en España, y el precedente de una bastante más grande que se montó en Madrid. Aquí también trabajamos en el desarrollo de Imagenio, que era la primera incursión en el mundo del vídeo. Ahora a Telefónica no es que le interese el vídeo, es que es una empresa de vídeo. En la oferta comercial que hay ahora mismo se trata al vídeo como al móvil o al fijo; y en América tenemos varias plataformas. También participamos en el desarrollo de Infovía, que fue la apuesta de Telefónica por democratizar internet y permitir que la población tuviera un acceso sencillo y económico a la red. Y finalmente, siempre hemos trabajo mucho en proyectos europeos.

¿Y actualmente en qué están trabajando?

Está el proyecto TuGo, que se centra el virtualizar el teléfono móvil y llevarle a la nube. Este dispositivo ya no es algo que llevas en el bolsillo, te lo puedes descargar en tu teléfono, en el de un acompañante si te has quedado sin batería o en el ordenador, el portátil o donde sea más cómodo para trabajar. Se independiza también el teléfono móvil del medio de comunicación, que pueden ser las redes móviles o un canal wi-fi. Es un proyecto que está teniendo bastante éxito y creo que saldrá en breve en España. Ya está desplegado con mucho éxito en el Reino Unido y se está implementado en Latinoamérica.

¿Este proyecto centra ahora mismo el trabajo del centro o están desarrollando alguno más?

Hay varios proyectos, aunque el TuGo sea uno de los más grandes y tengamos a 17 personas del centro trabajando en él, y sigue creciendo. Otra apuesta del centro es el tema del business intelligence y todo lo que tiene que ver con la ciencia de los datos. Ahora mismo en el mundo es uno de los temas más candentes porque cada vez hay más máquinas conectadas, más cámaras, más teléfonos,... y cada vez se recopilan más datos. Se dice que en los dos últimos años se han grabado más datos que en el resto de la historia de la humanidad y el crecimiento es exponencial. Los datos son el petróleo de esta década. Y ese nexo de explotar los datos para crear mejores productos y servicios es en lo que estamos trabajando. Es una ciencia compleja y aquí tenemos unos profesionales fuera de serie, además de estar colaborando de cerca con las universidades de Castilla y León.

¿En qué más campos y desarrollos se trabaja en este centro?

Estamos trabajando en vídeo, donde se está apostando mucho con las nuevas plataformas y vamos a cambiar el sistema base de Imagenio. Hay mucho trabajo a desarrollar. También estamos centrados en el internet de las cosas, ya que hasta ahora habíamos vivido el internet de las personas. Ahora se trata de conectar las cosas, ya sean los electrodomésticos o las cámaras de las ciudades. Este es un área muy interesante del desarrollo las smart cities. La importancia es tal para una operadora como Telefónica que se calcula que en el año 2020 habrá 50.000 millones de líneas de comunicaciones. En Boecillo también tenemos una iniciativa muy interesante que se llama ‘el futuro de internet’, que es el proyecto más importante que en TIC está impulsando la Unión Europea, donde la empresa es líder.

¿La investigación del centro se puede cuantificar en patentes o es demasiada simplificación?

Las patentes son obra de equipos. Aquí tenemos una participación muy importante y son fundamentales para Telefónica como medida de protección, pero también como un modo de capitalizar sus activos.

¿Qué concepto de trabajo y organización se aplica en el funcionamiento de un centro que trabaja avanzando el futuro?

Aquí tenemos que favorecer la interacción de las personas y la creación de equipos. Tenemos muchas salas de reuniones donde la gente puede interaccionar. La disposición de las salas siempre son espacios abiertos, no cubículos, y tenemos muchos sistemas de videoconferencias para permitir el trabajo con otros centros. Con este concepto podemos dar un paso más y apostar por el teletrabajo.

¿En este modelo de trabajo también apuestan por la interacción con el entorno: administraciones y empresas?

Es necesario estar en contacto con la sociedad para captar talento y poder competir en el mercado. Nuestro modelo es de innovación abierta y trabajamos mucho con las empresas del entorno. Cuando vinimos a Boecillo nos acompañaron nuestras empresas colaboradoras, inicialmente 15, que forman un entorno muy dinámico. Innovando solos llegamos menos lejos que innovando con otros. Es importante tener una buena relación con el entorno y tener una comunicación fluida en todo momento.