Nueve detenidos por traficar con 190 gramos de coca en un taller mecánico de La Cistérniga

A.G.M.
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La Policía les acusa, además, de manipular números de bastidor para 'legalizar' coches de alta gama robados · Uno de los implicados es un operario de la ITV, acusado de hacer la vista gorda

Troqueladora con la que se fabricaban las matrículas falsas. - Foto: El Día de Valladolid

Una investigación policial de casi diez meses llevada por el Grupo de Estupefacientes de la Brigada de Policía Judicial de Valladolid se ha cerrado con el arresto de nueve personas -el juez del caso ordenó el ingreso en prisión sin fianza de seis de ellas- bajo la acusación de hasta cinco delitos: narcotráfico, falsedad documental, depósito de armas y municiones, receptación de objetos robados y estafa. En la denominada Operación Racimo, se apresó, entre otros, al dueño de un taller mecánico ubicado en el polígono industrial La Mora, a un operario de la ITV y a un hombre muy vinculado al narcotráfico de la ciudad, ya que en su momento, trabajó para el clan García Carro, al menos en la época en la que Amancio G.C. (‘Rubio’) se asentó en el Barrio España, según pudo saber El Día de Valladolid.

Los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía efectuaron la semana pasada cinco registros, en dos viviendas y en las tres naves del taller, aprehendiéndose de 190 gramos de cocaína y de pequeñas cantidades de heroína, MDMA y speed, así como de abundante sustancia de corte y objetos para la elaboración, pesaje y posterior distribución a terceros. Además, se hallaron tres armas blancas y una docena de armas de fuego y de aire comprimido, entre las que destaca un fusil de calibre 22, dos escopetas y un revólver, todo ello con munición para ser usadas. También se intervinieron hasta 25 terminales de telefonía móvil, una máquina troqueladora de placas de matrícula y varios vehículos de alta gama: BMW X6, Volkswagen Passat, BMW Serie 3, Nissan Z350, BMW X5, Jaguar y Audi S8. De ellos, la Policía ha descubierto que los dos primeros eran robados y el tercero presentaba el número de bastidor manipulado.

La trama de Fuensaldaña. El Grupo de Estupefacientes sitúa, por tanto, la base de operaciones de la supuesta banda en el citado taller, hasta donde se llegó en el marco de la investigación a otro grupo de narcos, el desarticulado en Fuensaldaña hace unos meses y que está acusado de montar un laboratorio para la fabricación de droga (se intervinieron 20 kilos de heroína y otros 20 de morfina en un chalé).

La Policía descubrió entonces que los cabecillas de esa trama, unos ciudadanos turcos, visitaban ese taller de La Cistérniga y fue cuando comenzó el control sobre el mismo, bajo la firme sospecha de que allí dentro se podrían estar habilitando los llamados ‘coches mula’, es decir, vehículos en los que se elaboran habitáculos para el transporte de droga y todo tipo de objetos en huecos hechos ex profeso en las carrocerías u otras zonas de los coches. «El principal imputado», según el comunicado de prensa hecho público por la Subdelegación del Gobierno, es «el dueño del taller mecánico del polígono La Mora».

Dos de los coches de alta gama que había en el interior del taller en el que se desarrolló la Operación Racimo.Dos de los coches de alta gama que había en el interior del taller en el que se desarrolló la Operación Racimo. - Foto: El Día de Valladolid

Y es que la investigación del Grupo de Estupefacientes de la Brigada de Policía Judicial apunta que en ese taller, además de esas tareas de conversión de los coches en ‘mulas’, también «se realizaban los contactos con las personas que querían adquirir sustancias estupefacientes».

Más fotos:

Armas y munición intervenidas por la Policía.
Armas y munición intervenidas por la Policía. - Foto: El Día de Valladolid
Droga aprehendida y material utilizado para su manipulación y distribución.
Droga aprehendida y material utilizado para su manipulación y distribución. - Foto: El Día de Valladolid

Pero la Policía cree que allí se cometían otros delitos más allá de los relacionados con el tráfico de estupefacientes, que fue lo que  les llevó hasta allí. Así, en la Operación Racimo también se ha logrado acusar a la banda de dedicarse «a la transformación de vehículos sustraídos». Es decir, ‘legalizaban’ vehículos de gama alta, mediante una trama de la que formaría parte ese operario de una de las estaciones de ITVde Valladolid ya citado. En el taller y en las naves se llevaban a cabo «las labores de manipulación de los coches que eran adquiridos de forma ilegal o procedentes de robos, los cuales una vez sustituidos los números de bastidor y previo paso por la ITV (‘legalizados’), eran puestos de nuevo en circulación», según detalla la Policía, que destaca que, además del operario de la ITV, en el taller también se intervino una máquina troqueladora, con la que «poder fabricar diferentes placas de matrículas de esos vehículos manipulados».

Estafas a seguros. La trama destapada en el taller de La Mora se completaría con varias estafas a compañías aseguradoras, ya que, según la Policía, «simulaban o provocaban siniestros ficticios, para cobrar las indemnizaciones o el dinero de las reparaciones pertinentes».